La cuencana Tania Hermida presenta su tercer largometraje: ‘La invención de las especies’. ¡El film que todos deberíamos ver para encontrar nuestro lugar en la tierra! Una maravilla filmada en las Islas Galápagos.
La luz ilumina la sala principal de Manzana 14 donde Tania fue docente. Se acaba de proyectar su película en presencia de alumnos de la Universidad de las Artes y de amigos cineastas. Pasó algo mágico, extraño, inolvidable, algo que solamente sucede con las obras de Tania Hermida... Después 90 minutos de proyección los espectadores esperaron que desfile el último crédito final para aplaudir. ¿Por qué? Todos estaban aturdidos, maravillados, en pleno vértigo. Ver una película de Tania es como ver una obra de arte en un museo. La ves, te cuestiona, te deja preguntas y un silencio te embarga para disfrutarla a tu manera.
“La invención de las especies” es una maravilla, una película que te acompaña durante mucho tiempo tal cual sucedió con “Qué tan lejos” (2006) y “En el nombre de la hija” (2011). En 18 años la maga cuencana tan solo dirigió 3 películas pero cada una caló hondo en el corazón de la audiencia. Tania enamora con los personajes, muchas veces niños o adultos con espíritus adolescentes. Cada una de sus películas está repleta de citas, símbolos y metáforas. No son cuentos, tampoco historias reales pero nos tocan y nos transforman. Tania ama las imágenes que hablan, los protagonistas callados y los paisajes poéticos. Todo sorprende y a la vez todo reconforta.
En la película Carla, una niña de 12 años llega a Galápagos después de la muerte de su hermano. Ella se junta con un niño sabelotodo que apodan “Wiki” y otro llamado Darwin que ayuda a su mamá haciendo de mesero en una hostería. Ella habla poco, ellos mucho más. Hay compasión, humor y protección entre ellos. Con este pequeño grupo va a encontrar la paz necesaria para reencontrarse con ella misma, evolucionar y mutar a “Isla”, el nuevo nombre que ella misma se da.
El filme explora el sentido de las palabras que habitan en las islas. “Si desaparecen tus papás eres huérfano pero yo perdí a mi hermano, no hay palabras para definirlo...”, expresa Carla interpretada por Ana María Carrión, una niña cuyos ojos tristes te convencerán de la belleza de una niña que entra a la adolescencia.
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El espectador deambula en la isla con Carla, Wiki y Darwin. Hay poca gente y animales pero todos están filmados con delicadeza. De repente conocerán a Harriet, una curandera que practica el arte de sanar contando historias. Este personaje está personificado por el genial Pancho Aguirre quien estuvo en las tres películas de Tania. Harriet cuenta que fue Pancho, Pancha y antes no recuerda.
La película no es lenta, es precisa y llena de humanidades. La voz en off y la música son amigables y te dejan un tesoro de mensajes. “Habrá que volverla a ver” se exclamó mi vecino durante la proyección. “La invención de las especies” es lo mejor que puede suceder para la supervivencia del cine. Nos demuestra que con un guión donde pones tus tripas y tu corazón y unas imágenes que solo se aprecian en una pantalla grande, ¡habrá cine para largo!