RESEÑA | La habitación de al lado: el toque preciso de Almodóvar
La película cuenta la historia de Ingrid (Julianne Moore), quien es escritora y Martha (Tilda Swinton), quien es una reportera de guerra que padece una enfermedad terminal.
Pedro Almodóvar tiene una fascinación existencial con la muerte, pues este tema siempre aparece a lo largo de su cinematografía es el caso de grandes títulos como Matador, Todo sobre mi madre o Hable con ella. Este 2024 marcó su regreso con La habitación de al lado que logró ganar el León de Oro en la edición 81 de la Mostra de Venecia, y, tiene otro detalle muy interesante, es su primer largometraje en inglés.
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La habitación de al lado sensibilizó las fibras del público con una historia que aborda temas como la muerte, los recuerdos, pero sobretodo la amistad. No es de extrañarnos su éxito entre los críticos y el público ya que, a lo largo de su carrera, Almodóvar se ha caracterizado por establecer en universos emocionalmente intensos, personajes en los que podemos vernos reflejados.
Los universos de Almodóvar se caracterizan no solo por la buena narrativa y construcción de personajes, en La habitación de al lado priman los colores vibrantes y contrastantes gracias al toque único del director de fotografía, Eduard Grau, que con su estilo posibilita que cada fotograma de esta cinta te invite a ser parte de las conversaciones y cómplice de los silencios.
Para destacar la trama quiero plantear esta pregunta: ¿Qué harías si tú amiga de toda la vida te invita a pasar sus últimos días de vida a su lado?
Esta es la historia de Ingrid, magistralmente interpretada por Julianne Moore, quien es escritora y Martha, interpretación a cargo de la magnífica Tilda Swinton, quien es una reportera de guerra. Estas dos viejas amigas se reencuentran cuando Martha enfrenta una enfermedad terminal.
Entre flashbacks descubrimos más de la personalidad de Ingrid y Martha, sus vivencias, sus anécdotas y la dinámica que tienen juntas eligiendo sus planes antes de morir; en un escenario que podría ser parte de un sueño pues Almodóvar hace que los personajes interactúen entre ellos como nosotros lo haríamos con las personas con las que compartimos nuestra vida. Este es un detalle fundamental, la naturalidad del relato y cómo el arte de Almodóvar radica en su don para contar historias.
La dupla Moore-Swinton es un verdadero deleite, sus actuaciones han sido aclamadas por la química y naturalidad con la que se desenvuelven dentro de este hermoso pero estremecedor melodrama. A pesar que el tema de la muerte ronda la esquina de la habitación siempre hay espacio para un poco de humor, algo ácido en ocasiones, pero plenamente coherente ya que las reacciones y diálogos son propios de lo que se tiende a dar en momentos críticos, lo cual provoca que nada se sienta forzado
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Finalmente es importante destacar que la cinta es una adaptación libre del libro de Sigrid Nunez: Cual es tú tormento, en este la narradora visita a su amiga en estado terminal al hospital y decide instalarse para pasar con ella sus últimos días compartiendo vivencias y tiempo juntas, la experiencia de leer el libro y luego ver la película, enriquece los diferentes matices que ambas obras de calidad logran transmitir.
Recomiendo darle una oportunidad al libro y a la película, ambas te transportan a una atmósfera nostálgica, un viaje de emociones y reflexión sobre la muerte y Almodóvar con su sensibilidad y creatividad sabe abordarlo dejando de lado las trivialidades creando una reflexión precisa sobre lo inevitable y pertinente en nuestras vidas.
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