El puma concolor volvió a la ciudad de Río de Janeiro, donde se lo consideraba extinguido y había sido visto por última vez en la década de 1930, según registros en diferentes áreas de la Mata Atlántica.
El regreso fue registrado en junio de 2020 por una cámara de vigilancia del Sitio Burle Mark, una reserva biológica ubicada en la zona oeste de la ciudad carioca.
A partir de esas imágenes, un grupo de biólogos de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ) comenzó a seguir el rastro del puma, cuyo reaparición fue tema de un artículo reciente en la publicación científica Check List.
Con huellas, arañazos en árboles y otras pistas, los biólogos comprobaron la presencia del animal en otros parques cercanos.
Se trata de la "reaparición de la especie y no solo de un individuo deambulando por la zona", dijo al diario Estadao el biólogo Jorge Pontes, uno de los autores del trabajo.
"El puma está realmente en la ciudad, no son ocurrencias aisladas", aseguró Pontes.
Hasta ahora, este mamífero de pelaje marrón grisáceo a rojizo había sido declarado oficialmente extinguido en la Lista Municipal de Especies Amenazadas de Flora y Fauna de Río de Janeiro, indican los investigadores en el artículo.
Aunque no se considera una especie amenazada a nivel mundial, es una especie "vulnerable" en Brasil y en el estado de Río de Janeiro, "principalmente debido a la pérdida de hábitat y la caza furtiva", indica el texto en Check List.
Es incierto cuántos ejemplares de este felino habitan en Río, pero se registra su presencia tanto en el norte como en el sur del continente.
El puma concolor o león de montaña puede alcanzar los 2,30 metros de largo y un peso mayor a los 70 kg.
Además de la Mata Atlántica, habita en distintos biomas del territorio brasileño, como la Amazonía, el Cerrado y el Pantanal.