La pesista ecuatoriana Tamara Salazar se colgó la plata en los Juegos de Tokio-2020 en la halterofilia femenina en la categoría de 87 kilogramos, aumentando este lunes la cosecha de Ecuador que ya suma tres trofeos en la cita: dos de oro.
La tricolor registró un levantamiento total de 263 kilos (113 en arranque y 150 en envión) rompiendo su mejor marca previa de 260 kilos.
Fue superada por la china Zhouyu Wang, que se adjudicó el oro (270, 120+150) y por delante de la dominicana Crismery Santana que obtuvo bronce (256, 116+140).
Salazar, de 23 años y oriunda del Carchi, la tierra del flamante campeón olímpico de ruta, el ciclista Richard Carapaz que se colgó la dorada la semana anterior.
La pesista sigue los pasos de su compatriota y compañera de equipo Neisi Dajomes que la víspera se vistió de oro en la división de 76 kilogramos.
Para el debut olímpico la ecuatoriana tenía sobre sus hombres la tercer mejor marca mundial.
También ostenta el título Sudamericano 2019 y el tercer puesto en los Juegos Panamericanos de Lima-2019.
- "Mujeres fuertes" -
Incursiona en las pesas desde los 11 años en su natal comunidad de Pusir Grande, la zona abrigada carchense en el Valle del Chota, pues Carapaz, ganador del Giro de Italia-2019, se entrena en los páramos andinos, más al norte.
"Entré al mundo de las pesas para demostrar que las mujeres somos fuertes y podemos realizar cualquier actividad", expresó Salazar.
La pesista habituada a subir a los podios regionales soñaba con "estar entre las cinco mejores del mundo, porque son mis primeros juegos olímpicos", declaró a la televisión local, ilusionada antes de viajar a Japón.
Transitó por este ciclo olímpico a lo grande. En 2017, fue campeona juvenil a nivel Sudamericano y Panamericano.
Además, al pasar a la categoría mayores, ganó medallas de bronce en los Juegos Bolivarianos y en el Sudamericano. Luego se ubicó sexta en el Mundial de la especialidad.
- Potencia tricolor -
La pandemia retardó su anhelo y de entrenarse en casa improvisando sus pesos durante el confinamiento, el receso también le permitió pulir su técnica, ponerse en forma y apuntar a una medalla olímpica.
"Más que la fuerza física está el tema mental que a uno le permite mejorar y estamos bien en esos aspectos", reveló Salazar quien no quiso adelantarse a ofrecer medalla pero sí "dejar lo mejor de mí" en su debut olímpico.
La deportista confirma el gran potencial de la halterofilia femenil de Ecuador, que llevó cuatro representantes para esta cita encabezadas por la veterana Alexandra Escobar, que disputó sus quintas olimpiadas.
También participó Angie Palacios, diploma olímpico con el sexto lugar en 64 kilos, quien es hermana de la campeona Dajomes, la primera mujer ecuatoriana en llegar a lo alto del olimpo.
Ecuador, contra todo pronóstico, cumple con la mejor participación olímpica de su historia en la que previamente solo distinguían las dos medallas del marchista Jefferson Pérez, oro en Atlanta-1996 y plata en Pekín-2008.