La cercanía del príncipe Andrés con un supuesto empresario chino, sospechoso de espionaje, es lo que nuevamente relega al polémico Duque de York de participar de las tradicionales festividades navideñas en la residencia real británica.
Meses atrás, miles de británicos se congregaron para celebrar el Jubileo de Platino de su reina, hoy, entre aplausos y lágrimas, le dijeron adiós a quien fuera su guía durante siete décadas.