La industria lechera ecuatoriana cuenta con altos estándares en su operación. Certificaciones como BPM, HACCP e ISO22000 son algunas de ellas. El sector apunta a una mayor competitividad.
La infraestructura estará en capacidad de realizar análisis de alrededor de 1.500 muestras mensuales en calidad físico, químico e higiénica de la leche cruda.