La cuestión de Taiwán es "la primera línea roja que no debe cruzarse" en las relaciones entre Pekín y Washington, advirtió Xi según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
"Es importante en este momento de la historia humana que haya cooperación internacional y el G20 será otra oportunidad para mirarse a los ojos. Incluso con países que no tienen exactamente los mismos regímenes políticos, pero que al menos creen que el derecho internacional debe ser protegido", afirmó.
Los líderes de las mayores economías del mundo, reunidos en Roma para enfrentar la pandemia y el calentamiento global, han dejado sus diferencias de lado para bromear y alardear amablemente en los pasillos de la cumbre.