En el momento de su detención en la Embajada de México en Quito, Glas tenía pendiente terminar de cumplir una pena de ocho años de cárcel por dos condenas por corrupción dictadas en 2017 y 2020.
México otorgó asilo político a Jorge Glas el 4 de abril pasado, y a la noche siguiente, el Gobierno ecuatoriano irrumpió en la embajada mexicana en Quito para aprehenderlo.
La computadora de Glas fue incautada en un allanamiento en la casa de familiares de Soledad Padilla. Ahora parte de su contendido aparece dentro del caso Plaga.