La presencia de los investigadores en Le Haut-Vernet el 13 de marzo reavivó las especulaciones. Los gendarmes incautaron entonces de una gran jardinera que tenía rastros de sangre.
El enigma de la muerte de Émile Soleil ha tomado un giro inesperado con los lugareños sugiriendo ahora que el trágico niño francés podría haber sido devorado por lobos.