Según informes de Amnistía Internacional, entre 2011 y 2016, hasta 13 mil personas fueron ejecutadas en secreto en esta prisión, donde también un número no determinado de niños habría nacido.
En cuanto los aliados principales de Bachar al Asad quedaron envueltos en problemas más agudos que el sirio, sus debilidades quedaron expuestas y, en último lugar, abrieron el paso a su caída.