La mañana de este viernes 10 de junio el presidente Lenín Moreno, vía Decreto Ejecutivo Nº 1094, dispuso que la Refinería de Esmeraldas, la mayor planta de procesamiento de derivados del país, pase a manos privadas.
“Autorizar con carácter excepcional la delegación a la iniciativa privada de la gestión conjunta de la Refinería Esmeraldas con la Empresa Pública de Hidrocarburos del Ecuador.-EP Petroecuador”, detalla el primero artículo del decreto.
Ecuador dispone de tres refinerías, la más grande es la de Esmeraldas con capacidad para procesar unos 110.000 barriles diarios de crudo.
El mandatario dispuso que sea el Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables, el encargado de garantizar los procedimientos y condiciones establecidos en la Constitución, para determinar la modalidad de delegación a la iniciativa privada “que más favorezca a los intereses del Estado”.
El documento también señala que la empresa privada tendrá que por su cuenta realizar estudios e inversiones necesarias para mejorar la calidad de los combustibles, construir un tren de alta conversión, mejorar su eficiencia y reducir emisiones de carbono.
En abril de ese año se reportó que la refinería sufrió un grave daño tras un parón eléctrico que afectó a una unidad considerada como el corazón de la planta y que servía para el procesamiento de naftas de alto octanage. Adicional a esto, hubo rotura de dos oleoductos que obligó a suspender las exportaciones de crudo en ese mes.
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La más grande del Ecuador
En el país existen tres refinerías de petróleo, siendo la de Esmeraldas la más grande. Esta soporta el 65 por ciento de la demanda interna de derivados. Las restantes son la de La Libertad, con más de seis décadas de operación y la de Shushufindi que ya tiene unos 30 años.
La refinería de Esmeraldas inició operaciones en 1977 con una capacidad de 55 mil barriles diarios. Fue construida por el consorcio japonés Sumitomo-Chiyoda. La primera ampliación se la hizo también con tecnología japonesa en 1987, elevando la capacidad de refinación a 90 mil barriles diarios. Una última ampliación a 110 mil barriles durante los años 90 terminó en fracaso debido a que entonces se prefirió a un consorcio español. Desde entonces las paralizaciones fueron frecuentes y el promedio de refinación era de 90 mil barriles diarios.
Esta fue una de las razones para que en 2008 se decidiera emprender una rehabilitación mayor que permita alcanzar por fin el techo de los 110 mil barriles.
Entonces los administradores de Petroecuador eran oficiales activos de la Fuerza Naval. Así, el 29 de diciembre de 2008 se declaró la emergencia “a fin de que se realicen las contrataciones necesarias para ejecutar el proyecto”. El mismo día, el antepenúltimo del año, se firmaba el primer contrato con la coreana SK Engineering & Construction, por 76 millones de dólares para “Rehabilitación, provisión, instalación y puesta en marcha de la primera etapa del proyecto de rehabilitación integral”.