Desde que en el Ecuador se instauró la emergencia sanitaria y, por ende, los toques de queda, la población pasa en sus hogares. Desde ahí continúa sus actividades cotidianas como el trabajo, los estudios o el entretenimiento. La mayoría de estas acciones de las pantallas por el frecuente uso de teléfonos celulares, tablets, computadoras y televisores.
“La exposición prolongada a la luz azul que se emite a través de estos dispositivos puede ocasionar problemas visuales a corto, mediano y largo plazo como fatiga visual, queratitis, ojo seco, migrañas, cansancio, entre otros”, explica la oftalmóloga de la Clínica Andes Visión, Johanna Negrette.
Detalla que en ocasiones no nos percatamos de los síntomas, sin embargo, convivimos con esos problemas a medida que se va agravando. Por ejemplo, el síndrome de ojo seco se detecta a partir de la reducción del parpadeo por estar mirando a la pantalla. Poco después esto dificulta el enfoque a distintas distancias. Esto a su vez provoca también conjuntivitis, cuando se inflama y enroje el ojo.
No obstante, estas pequeñas molestias poco a poco van evolucionando hasta convertirse en cuadros más amplios. Es el caso de la queratitis, una inflamación a la córnea provocada por la evaporación de la lágrima por estar constantemente fijando la mirada a pantallas digitales. Y esto va ligado a la meibomitis, que inflama las glándulas productoras de grasas y liberadoras de lágrimas. “Cuando estas glándulas se inflaman no liberan la grasa y se reseca más rápido el ojo”, indica Negrette.
Para reducir la fatiga visual y evitar este tipo de molestias, la oftalmóloga recomienda estos consejos:
Según Negrette, la gimnasia ocular favorece la circulación de flujo sanguíneo, la musculatura de nuestros ojos mejora nuestra concentración y potencia la movilidad ocular y la visión periférica. “Con este tipo de cuidados en casa se puede contribuir a una buena salud visual para evitar afectaciones futuras que puedan poner en riesgo nuestra visión”, concluye.