Su desaparición se suscitó el domingo 18 de junio de 2023, una hora y 45 minutos más tarde, se perdió toda clase de comunicación con el minisubmarino turístico. Los servicios de guardacostas de Estados Unidos y Canadá se encuentran en una carrera contrarreloj para rescatar a los tripulantes, ya que disponen de aire para 96 horas, plazo que se cumplirá este jueves 22 de junio.
“Con todas las comunicaciones perdidas, los rescatadores no saben si el sumergible está flotando justo debajo de la superficie del agua o sumergido en el fondo del océano”, detalló Alistair Greig, experto en ingeniería marina a Reuters.
El experto aseguró que si la embarcación se encuentra en el fondo del mar planteará un gran desafío para las autoridades, debido a que se requerirá de un buque robot. El problema radica en la escasez de este tipo de tecnología.
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“Si está en el fondo, mucho más difícil de localizar. No sé cómo es la topología, si es lisa o, también, podría estar en bultos o huecos. Y también están todos los otros restos del Titanic que enviarán señales. Así que no será tanto un caso de buscarlo si está en el fondo, será un caso de escucharlo”, agregó el especialista.
Si la nave ha quedado en el lecho marino y no puede regresar por sí mismo, “las opciones de rescate son extremadamente limitadas”. Además, si el sumergible se encuentra más allá de la plataforma continental, hay escasas embarcaciones capaces de llegar a esa profundidad.
“La tripulación dentro del sumergible no puede salir. Requieren a alguien para aflojar los tornillos desde el exterior para que puedan salir. Esta cosa es del tamaño de una furgoneta de tránsito grande, unos siete metros de largo, blanco. Así que va a ser bastante difícil de detectar desde el aire”, finalizó.