La obesidad es una enfermedad que no tiene cura y por ello tendría que ser tratada a la par de otros padecimientos como el cáncer o la diabetes, dijo una experta.
"La obesidad no es una opción que las personas hayan elegido, es una enfermedad que no tiene cura, como el cáncer o la diabetes, y tendría que ser tratada como tal”, expresó la doctora Ximena Ramos Salas, directora de investigación y política en “Obesity Canada”.
La especialista acotó que además de todo, las personas con obesidad sufren de estigmas, lo que supone para ellos un problema mayor ya que provoca que sean considerados responsables de una enfermedad multifactorial.
“Es importante que los gobiernos den voz a las personas que padecen obesidad y que el personal médico ni los considere como personas poco disciplinadas que no quieren cambiar su condición, ya que enfatizó, es una enfermedad crónica que requiere de un tratamiento de por vida".
La salud mental es otro de los aspectos que se tienen que considerar como parte del tratamiento integral de las personas con obesidad, indicó el doctor Miguel Malo, asesor internacional en el área de enfermedades no transmisibles en la Organización Mundial de la Salud (OPS).
Coincidió en que las personas obesas son estigmatizadas y por ello debe de haber una sensibilización especial entre el personal de salud para que los pacientes puedan ser tratados de una manera integral, incluyendo la salud mental.
El doctor Terry Huang, de la Federación Mundial de Obesidad (WOF, por sus siglas en inglés), apuntó que la obesidad no es una enfermedad conductual, por ello es vital que haya políticas públicas en las que se fomenten ambientes saludables y donde las personas tengan opción de elegir alimentos de mejor calidad.
El doctor Malo agregó que se debe combatir el ambiente obesogénico a nivel macro y trabajar en educación de manera individual, sobre todo es las personas que ya tienen estas patologías.
Destacó que la dieta tradicional del mexicano, basada en maíz, no ha cambiado desde hace años, lo que sí sucedió es que se incorporaron productos ultraprocesados y la ingesta de bebidas azucaradas lo que provocó un aumento de peso y de obesidad.
“Las estadísticas muestran claramente una relación entre el incremento de sobrepeso y obesidad con el aumento de consumo de productos ultraprocesados”, explicó.
De ahí la importancia de la implementación del etiquetado frontal de alimentos sobre todo en los productos dirigidos a la niñez, donde es vital prevenir el sobrepeso y obesidad, indicó.
En México, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018, el 75% de la población adulta y uno de cada tres niños, padecen de obesidad.