Expertos ambientalistas, de organizaciones indígenas y sociedad civil presentaron este viernes 27 de agosto el Plan Biorregional Cuencas Sagradas 2030, propuesta para proteger la Amazonía de Ecuador y Perú bajo un enfoque "ecocéntrico".
Se trata de una iniciativa gestada por pueblos indígenas y organizaciones aliadas que operan en el territorio amazónico, que contiene un programa con herramientas para cumplir los ODS, y abarca una superficie de 35.000 hectáreas de selva que comparten los dos países.
Como objetivos figuran consolidar el buen vivir amazónico, asegurar una gobernanza territorial indígena plena, detener el avance de industrias extractivas, eliminar la degradación y pérdida de bosques, así como promover su conservación y restauración.
35 MILLONES DE HECTÁREAS
"Es una herramienta que intenta dar una línea de acción clara, viable y realista de protección en el tiempo para esa biorregión de 35 millones de hectáreas", comentó en la presentación el coordinador del Plan, Juan Manuel Crespo.
El 60 % de esa superficie está compuesta por un mosaico de territorios indígenas y áreas protegidas. Este proyecto medioambiental trata de articular "alternativas concretas" ante la actual crisis económica, social y ecológica que enfrenta la región, añadió Crespo, quien resaltó que el área geográfica en cuestión es hogar de 30 pueblos y nacionalidades indígenas rodeadas por una rica diversidad biológica.
El plan propone un portafolio de proyectos que pretende atraer inversiones por más de 600 millones de dólares en los próximos diez años con un conjunto de iniciativas novedosas para generar una "Economía para la vida".
"La planificación biorregional es el método. Creemos que hay que pensar en el espacio amazónico interconectado e interdependiente en el que todo tiene una relación y esa es la visión de una biorregión, donde los pueblos que habitan la Amazonía son los principales actores", apostilló el coordinador de la iniciativa.
La propuesta apela a la ayuda internacional, así como de los Gobiernos regionales, organizaciones y sociedad civil, para que apoyen una economía donde el "ecocentrismo" sea la piedra angular.
Para el director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en Ecuador, Tarsicio Granizo, el Plan plantea "una visión diferente", porque "analizar las cosas desde una perspectiva birregional es revolucionario".
VIEJAS NUEVAS PROPUESTAS
El técnico de cuencas sagradas en Perú, Wrays Pérez, líder indígena wampís señaló que sus antepasados ya alertaron hace años de la crisis climática que hoy vive el planeta.
También mencionó las iniciativas desde las nacionalidades de establecer canjes de deuda por naturaleza hace cerca de treinta años, cuando fueron tachados de utópicos, propuestas que hoy recoge el Plan.
"Las naciones originarias íbamos a responder frente a esa deuda, hoy volvemos a tocar en ese Plan Biorregional esos grandes temas", sostuvo sobre la iniciativa de "proteger nuestra madre naturaleza".
Por su parte, Natalia Greene, de la Fundación naturalista Pachamama, resaltó que "como sociedad civil, estamos apoyando esta iniciativa y modelo de cambio de vida". Entre otros aspectos, plantea soluciones en energías renovables, transporte, dejar el petróleo bajo tierra, y acciones encaminadas a dar respuesta a temas de salud, educación y energía, entre otros.