La brújula siempre indica el norte. Algo similar ocurre en el Austro ecuatoriano, en donde una de las alternativas para salir adelante es cumplir con el "sueño americano". Pero no siempre es posible.
Ese fue el caso de tres ciudadanos de Biblián, en Cañar. Ellos iniciaron el viaje en diciembre de 2019 en su cantón natal con rumbo a Guayaquil en donde tomaron un avión a México con el fin de cruzar por vía terrestre la frontera con Estados Unidos.
Pero
dos de ellos fueron deportados en febrero de 2020. Tras su retorno, el caso fue llevado a la justicia.
La Fiscalía informó en enero pasado que por ese caso se vincularon a tres personas por tráfico ilícito de migrantes. Entre las pruebas están los movimientos migratorios de las víctimas, la escritura de un bien inmueble que pertenece a la mamá de una de las víctimas en poder de los acusados, entre otros.
En 2020, un año en que por la pandemia estuvieron cerradas las fronteras y se suspendieron temporalmente los vuelos comerciales,
se registraron 42 denuncias por tráfico ilicito de migrantes solo en Azuay,
mientras que en Cañar fue 25.
Ambas provincias representan el 68 por ciento de los casos. Ese delito se sanciona con una pena privativa de la libertad de siete a 10 años.
En relación a 2019 hubo un decrecimiento de 23 por ciento en el Austro, en tanto que a nivel nacional se redujo en 34 por ciento.
En 2021 ya se han presentado 16 denuncias, de las cuales 12 son de esa región.
Para Andrea Neira, quien ha investigado e impulsado proyectos migratorios en la Universidad de Cuenca, indica que muchos de estos casos se denuncian cuando se ha perdido contacto con su familiar y se sospecha su desaparición, por la desesperación de ayudarlo cuando se encuentra en un centro de deportación o fue deportado.
RUTAS Y DEPORTACIONES
Ante las restricciones de movilidad y el cierre de fronteras por la pandemia se creería que los viajes hacia el "sueño americano" se detuvieron, pero no es así.
Más bien se mantienen varias rutas para lograr ese objetivo.
Una de ellas es un vuelo comercial o chárter a México, en donde no se requiere de visa para el ingreso .
Recientemente se han reportado casos de migrantes que han salido en vuelos rentados desde Latacunga. Sin embargo, no todos sobreviven al río Bravo o al desierto de Nuevo México.
Otros han tomado otras vías para llegar a Estados Unidos. Ese es el caso de un grupo de migrantes que cruzaba en una embarcación por el Caribe, de Bahamas en dirección a Miami. El 11 de marzo fue reportada su desaparición por cinco familias de Cañar.
En su intento, no todos logran conseguir su llegada a buen puerto.
En 2020 se han reportado 2.776 deportaciones, casi el triple de lo registrado en 2019. Mientras que en 2021, hasta el 15 de marzo, ya van 850.
MENORES DE EDAD
Entre los que migran se encuentran menores de edad.
Varios de ellos van con la ilusión de reencontrarse con su familia que ya está en suelo estadounidense.
Uno de los casos más recientes que han sido tratados por la justicia es del viaje de un menor de edad a Miami.
Uno de los presuntos responsables fue llamado a juicio por tráfico ilícito de migrante el 23 de marzo pasado.
El acusado habría acordado en 2018 llevar a un menor de edad desde
Gualaceo hasta Bahamas y luego a Miami.
Inicialmente habría pagado 500 dólares. En Bahamas, luego de haber cancelado cuatro mil dólares, el viaje no se concretó y regresaron al país el menor de edad y su abuelo. El acuerdo total era por ocho mil dólares.
Neira indica que para esos viajes se requieren de un poder tramitado en una Notaría.
Para evitar que los menores viajen se debería crear una alerta cuando alguien solicita un poder que permita que un niño viaje sin sus familiares.
Pero también indica que la mirada debería regresar a las comunidades con altos porcentajes de migración con créditos y oportunidades para mejorar sus condiciones de vida. Esa es una respuesta ante la cultura migratoria del "sueño americano" de esta región del país.