Este 29 de julio del 2024 se cumple un mes del femicidio de la subteniente Aidita Pamela Ati, quien fue encontrada sin vida en el Fuerte Militar Napo, en la provincia de Orellana. Familiares de la víctima pidieron justicia en los exteriores de la Comandancia del Ejército en Quito.
La mañana de este lunes, decenas de personas llegaron hasta los exteriores de las instalaciones militares con pancartas en las que se leían mensajes como: ‘Pedimos justicia para Aidita’, ‘nos queremos vivas’ y ‘su deber es proteger, no matar’.
El padre de la subteniente, Luis Ati, lideró el plantón y caminó con el gorro de su hija en sus manos para exigir justicia.
“Ha sido un mes donde no sé si han pasado los días o han pasado las noches. Un mes que ya no me escribe mi preciosa. Le han quitado la vida a una familia, le han quitado la vida a un padre, a una madre, a un hermano ...”, aseguró el papá de Aidita.
Cuestionó el papel de las autoridades de justicia y el Ejército por la falta de resultados tanto en la investigación penal como administrativa. “¿Por qué cegaron los ojos de mi hija de una forma cobarde, de una forma vil?”.
Luis Ati también hizo un llamado al presidente, Daniel Noboa, para que solicite transparencia y celeridad en el caso.
“Qué exija a los más altos mandos militares que se haga justicia, que se vincule, encuentre y se aclare toda esta situación porque la muerte de mi preciosa hija no puede quedar en la impunidad”, apuntó.
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El pasado 29 de junio del 2024, el cuerpo de Aidita fue encontrado sin vida en el Fuerte Militar Napo. Inicialmente, el Ejército había dicho que la mujer murió a causa de una asfixia, pero la autopsia reveló que el cuerpo tenía hematomas e incluso señales de violencia sexual.
La teoría de la Fiscalía sugiere que la subteniente fue asfixiada para evitar que los autores fueran identificados. La perito determinó que las lesiones revelan “que fue retenida por varias personas para ser violada”, según un reporte de la cadena Ecuavisa.
Esa información fue presentada al Tribunal de la Corte de Justicia de Orellana, que el pasado miércoles 17 de julio ordenó la prisión preventiva de cuatro militares sospechosos.
La corte aceptó la apelación presentada por la Fiscalía y revocó las medidas alternativas previamente dictadas para los involucrados.
No obstante, el pasado 26 de julio, se conoció que dos personas más serán vinculadas a la investigación: el subteniente Luis Fierro y la capitán María Vaca.
El primero habría recibido un mensaje de texto por parte de la víctima para que la vaya a recoger de la reunión en la que estaba con otros compañeros. Sin embargo, él acudió después de dos horas y la oficial ya no estaba en el sitio.
Luego, se habría encontrado con el mayor Xavier Pinoargote, uno de los implicados, quien le habría pedido que verifique si Ati estaba acostada.
“Me dirigí a la pieza, le golpeé la puerta tres o cuatro veces repetidamente. Al notar que no había ninguna respuesta, procedí a abrir la puerta para verificar si mi compañera se encontraba en la pieza (...). Sí, se encontraba recostada en la cama. En ese momento procedí a cerrar la puerta y dirigirme al vehículo para nuevamente ir a la prevención y hacerme cargo de mi guardia”, manifestó Fierro en su primera versión ante Fiscalía.
Mientras que la capitán María Vaca habría sido la primera persona que encontró a Aidita Ati sin vida en su cuarto el pasado 29 de junio, alrededor de las 06:30.
Luis Ati dijo que llegarán “hasta las últimas consecuencias para que se aclare la verdad” y que él o los culpables de cegar la vida de su hija “de una forma cobarde” paguen por el crimen.