En Manabí y El Oro se compra más de la mitad de las casas al contado, según censo inmobiliario
La Cámara Inmobiliaria Ecuatoriana (CIE) se encargó de realizar un censo y reflejó que el 56% de las ventas fueron casas, la mayoría dentro de urbanizaciones.
En nueve provincias se midió la comercialización de inmuebles durante el primer semestre del año. La Cámara Inmobiliaria Ecuatoriana (CIE) se encargó de realizar un censo y reflejó que el 56% de las ventas fueron casas, la mayoría dentro de urbanizaciones. "Solamente del 100% de las operaciones que se registraron, el 48% se hicieron a crédito, el resto todo fue de contado", indicó Sue Murillo, vicepresidente de la CIE.
La información fue recolectada por 1.400 corredores de bienes raíces, quienes se sorprendieron por el tipo de financiamiento para adquirir las viviendas. Principalmente, por la crisis social y política del país. El fenómeno financiero del contado se registró en más de dos provincias de la Costa: Manabí (79%) y El Oro (62%). El resto accedió a un crédito bancario.
La CIE aclaró que toda transacción inmobiliaria, previo cumplimiento de las formalidades legales, tasas e impuestos, establece como condición y requisito fundamental la bancarización del dinero. Además, el registro contable debidamente facturado cumple la transparencia de la gestión.
Adicionalmente, la CIE destacó que ante la Unidad de Análisis Financiero están obligados a reportar los actores que se dediquen de forma habitual a la inversión, intermediación inmobiliaria y construcción. De modo que todo el movimiento de las empresas involucradas se encuentra sujeto a control, tanto del SRI como de la Superintendencia de Compañías.
Por otra parte, destaca que desde los promotores han evolucionado en la oferta de construcciones nuevas. Por ejemplo, siete de cada 10 familias accedieron a contratos en proyectos inmobiliarios de ferias. Los clientes buscan urbanizaciones cerradas con guardianía privada debido a la inseguridad que se vive, sobre todo en las provincias de Guayas, Pichincha, El Oro y Manabí. Allí las estadísticas de violencia incrementaron.
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