Katherine Cuasquer, madre de Zoe, la bebé de siete meses que murió el miércoles a manos de sicarios en Ibarra, contó el horror que vivió durante el ataque de dos motociclistas presuntamente contratados por el padre de su hija.
En una entrevista con Diario El Norte, la joven contó que el martes Luis Andrés T., policía activo sospechoso del asesinato, le dijo que salía de descanso y que iría a verlas a ella y a su hija el miércoles, día del ataque.
"Levanté a mi bebé, le bañé y alisté. Mi hija estaba tan contenta, pero yo sentí un poco de desconfianza. Me llamó y me dijo: 'ya estoy cogiendo el taxi'", relata.
Cuando llegó al sector -según Cuasquer- Luis T. le pidió que le envié el mapa de la ubicación. "Al instante, pasa la moto. Y después pasa el taxi y veo al papá de mi hija que se agacha", cuenta. Ella volvió a escribirle, y él respondió que se pasó de la dirección.
Después, la mujer escuchó un disparo que hirió a su pequeña. Cuando giró, notó que se trataba de los motociclistas que había visto antes. Intentó reaccionar, pero el sicario se bajó de la moto y comenzó a golpearla en la cabeza con una pistola.
"Me caí al suelo con mi hija. La dejé en el suelo y la vi sangrando. Cuando me quise levantar me dijo: 'Esto te mandó el papá de tu hija'. Y me dio cinco patadas. Escuché un segundo tiro", narra afligida. Cuasquer, precisa que el último disparo no fue dirigido a ella sino a su niña.
Además, durante el ataque, el sicario se habría llevado su teléfono celular porque allí tenía la constancia de las grabaciones de voz, mensajes y llamadas que había tenido con su expareja, el policía en servicio activo que ahora cumple prisión preventiva por este caso.
Ahora, entre lágrimas, la joven pide justicia por la muerte de su pequeña Zoe. Agregó que, actualmente, sus abogados también buscan involucrar a la pareja actual de Luis T., por su presunta complicidad en este asesinato.