La mujer presentó la acusación el 11 de octubre del 2023 en la Fiscalía de Quito. En el documento, Padilla menciona que ha sido víctima de “actos intimidatorios verbales y psicológicos” por parte del exvicemandatario.
Ella señala que tuvo una relación laboral con Glas desde hace casi 17 años. De hecho, desempeñó algunos cargos en la Vicepresidencia de la República como asesora de despacho y directora de Disposiciones Presidenciales y Vicepresidenciales.
Cuando el ahora sentenciado salió del poder, ella también culminó su periodo en aquel despacho, pero continúo trabajando para Glas mientras estuvo en prisión.
A la par logró un espacio laboral en el Consejo Provincial de Pichincha. Desde el 5 de noviembre de 2019 hasta el 31 de agosto de 2023, Padilla ocupó el cargo de asistente de promoción turística y directora técnica de apoyo.
Según la información de Transparencia de la Prefectura de Pichincha con corte a agosto de 2023, Padilla tenía una remuneración mensual de 1.920 dólares como "Director Técnico de Apoyo".
Esas actividades eran compartidas con su labor de asistente personal de Glas. Aparentemente, los rubros eran pagados por la Prefectura de Pichincha. La entidad solo informó que “ha cumplido con todas las recomendaciones de las auditorías al Departamento de Talento Humano, efectuadas hasta la fecha”.
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En la denuncia, la mujer menciona que fue “la única persona” que no desamparó a Glas durante su encarcelamiento por el caso Odebrecht y Sobornos 2012-2016. Por esos expedientes, el exfuncionario fue condenado a 6 y 8 años de cárcel, pero ahora cumple las penas en libertad.
Soledad Padilla indica que iba casi todas las semanas para llevarle comida y medicinas “necesarias por las afecciones y enfermedad crónica que padece dicho individuo”.
“Lo hacía por humanidad, voluntad propia y gastando de mi peculio personal”, reza la denuncia. Agrega que “se creó un lazo de humanidad”, pero el denunciado progresivamente comenzó a cambiar su actitud hacia ella, a una esfera sentimental.
La cúspide de la presión psicológica habría llegado cuando Glas le entregó un dibujo en el que “se nota una bifurcación” respecto su futuro con él o sin él.
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Aparentemente, Soledad Padilla inició una relación sentimental con Ferdinan Álvarez, asambleísta electo por la Revolución Ciudadana. Esto molestó a Glas, quien habría aumentado su acoso hacia la mujer.
En medio de esta polémica, Álvarez renunció a la coordinación del bloque legislativo y después anunció su desafiliación a la RC, organización a la que perteneció aproximadamente desde el 2020.
De su lado, Jorge Glas manifestó que se ha iniciado una “campaña de infamias y calumnias” en su contra, que tienen como objetivo mancillar su honra y reputación.
En el boletín, el exvicepresidente recuerda que el 18 de octubre presentó una denuncia por extorsión en contra de Soledad Padilla, “misma que recibió como respuesta una cadena pagada de WhatsApp que circuló al día siguiente viernes 19 de octubre”.
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Tras la derrota de Luisa González, la Revolución Ciudadana ha protagonizado una serie de conflictos que evidenciarían una ruptura en el interior de la organización.
Pierina Correa dijo que "no era el momento" para tener una candidata mujer para la Presidencia por las condiciones del país. Además, manifestó no estar de acuerdo con que los directivos del movimiento sean candidatos o autoridades electas.
Acto seguido, Marcela Aguiñaga renunció a la presidencia del movimiento político. Ahora surgen estos audios, en los que también se nombran a varios militanes del correísmo.