Cuenca registra tres muertes violentas en menos de cinco días. La última fue reportada la tarde del pasado viernes, cuando un grupo de pescadores alertaron que un cuerpo estaba tirado en medio de las piedras del río Yanuncay, en el sector San José de Barabón, al sur de la capital azuaya.
Según reportan medios locales, un grupo de trabajadores regresaban de sus labores hacia sus casas, cuando divisaron un cadáver en medio del río y avisaron a las autoridades pertinentes.
Al lugar llegó el Cuerpo de Bomberos y Policía Nacional, quienes ingresaron al río sin ninguna dificultad porque el cauce estaba muy bajo.
El cuerpo permanecía en la orilla derecha, desnudo y atrapado entre las rocas. Sin embargo, lo que más llamó la atención es que no tenía cabeza. Hasta el momento, no se encuentra esta parte del cuerpo de la víctima.
Así mismo, se desconoce su identidad y las causas del crimen. No obstante, El Mercurio de Cuenca informó que se trata de un hombre de tez morena, entre 25 y 30 años.
Moradores del sector señalan que al parecer la víctima no falleció ahí, sino que habría sido arrastrado por la corriente. De hecho, denuncian que el río se ha vuelto un botadero para deshacerse de la responsabilidad de los delitos.
El pasado martes, 23 de agosto, se encontró el cuerpo de un hombre muerto dentro de una tina cubierta de cemento en el sector El Cebollar, en el norte de Cuenca. Mientras que el jueves, un hombre fue asesinado en su casa con un arma blanca, en este hecho son acusados tres policías.