La fiscal general del Estado, Diana Salazar, ordenó este viernes 14 de enero el traslado de la investigación de la muerte de la modelo manabita Naomi Arcentales a Quito. La disposición ocurre luego de haberse cumplido un mes del trágico fallecimiento, en el que varios fiscales se hicieron cargo del caso.
Acogiendo el pedido de la familia de Naomi, Salazar dispuso esta mañana que la investigación sea sustanciada por una fiscal especializada en violencia de género desde Planta Central, en Quito.
Esta decisión se toma, además, debido a que las agentes fiscales que conocían este caso en Guayas, Libanesa Gálvez (primero), y Patricia Morán (después), confirmaron un diagnóstico positivo de COVID-19 y presentan un cuadro delicado, situación que les impide continuar con las diligencias en territorio.
De esta manera, la Fiscalía informó que el expediente de este caso será trasladado de la Fiscalía de Personas y Garantías No. 9, perteneciente a la provincia de Guayas, a Planta Central, "con el objetivo de seguir con las acciones previstas en esta causa, garantizando el acceso a la justicia, tras los hechos que desembocaron en la muerte de la joven, en Manta".
La institución también indicó que este caso recibe el acompañamiento de la Dirección de Control Jurídico y Evaluación de la Actuación Fiscal, de la Dirección de Transparencia y del Equipo Técnico de Seguimiento de casos de Género de la Dirección de Derechos Humanos, "con el fin de llegar a la verdad procesal de manera objetiva, transparente y evitar la impunidad de los hechos".
En primera instancia el caso estuvo a cargo de otro fiscal de Manabí, jurisdicción donde la expareja de Naomi también ejerce funciones, por lo que el pasado 15 de diciembre la Fiscalía General del Estado ordenó que la investigación esté a cargo de una agente fiscal especializada de la provincia del Guayas. Así, en menos de 30 días el caso ha pasado por las manos de tres fiscales.
La investigación, que en un inicio estableció como un aparente suicidio (ahorcamiento) la causa del fallecimiento de la manabita, debido a un presunto "estado depresivo" de la joven detallado en el parte policial y a la primera autopsia que indicó que "en su cuerpo no se observaron huellas de maltrato, golpes o señales de violencia o defensa, ni puñaladas", ha registrado algunos cambios.
Luego de una denuncia interpuesta por los familiares de Naomi ahora se investiga si pudo tratarse de un caso de femicidio, por lo que la expareja sentimental de la joven, Juan Carlos Izquierdo (fiscal de Manabí suspendido) se convirtió en el principal sospechoso, aunque él ha alegado su inocencia.