El asesinato del presentador de televisión
Efraín Ruales ha conmocionado a todo el Ecuador. Las
redes sociales están repletas de
mensajes de apoyo hacia la familia del actor, pero también son innumerables los
pedidos de justicia para dar con los asesinos.
Este caso recuerda a los asesinatos de otros comunicadores como
Fausto Valdiviezo y
Marco Vinicio Bedoya, quienes
murieron en situaciones similares, en la misma ciudad -Guayaquil-, y
hasta hoy continúan en la impunidad.
El deceso de los periodistas tienen varias cosas en común. Primero, los
tres fueron asesinados con balas propiciadas por delincuentes o sicarios. Segundo, tanto Efraín como Fausto recibieron
amenazas días o meses previos al ataque.
Los tres sucesos lograron enorme consternación en los ecuatorianos, sobre todo por el nivel de exposición mediática y el cariño que se habían ganado de la gente.
La abogada
Giovanna Vélez, máster en Criminología, comentó que otra similitud entre estos casos es que se puede percibir que fueron
delitos planificados:
“se nota que hay un seguimiento minucioso del entorno laboral de estas personas con información muy precisa”.
Agrega que en el caso de
Marco Vinicio Bedoya nunca se llegó a los actores directos, quienes dispararon, en el caso de Fausto tampoco se ha determinado oficialmente la persona que lo mató, pero
sí hay sospechosos, “si no hay el actor directo, la investigación para en encontrar al actor mediato se dificulta”.
Así mismo, la información falsa que circula en redes sociales puede entorpecer las investigaciones, “porque la Fiscalía pierde tiempo buscando esta información”, dijo Vélez.
Las diferencias están en los
plazos de prescripción que dependen de las leyes vigentes en los tiempos que ocurrieron los hechos, el proceso de
Bedoya ya está prescrito, el de
Fausto culminará su tiempo en 2023 y el de
Efraín Ruales, prescribirá en 39 años, según el
Código Orgánico Penal actual.
MARCO VINICIO BEDOYA
Bedoya fue un popular cantante y animador de programas de televisión, que
adquirió fama en la década de los 90, cuando condujo el show
‘La Feria de la Alegría’. Posteriormente, consolidó su legado en programas icónicos como ‘Todos a bailar’ y ‘Haga negocio conmigo’.
La madrugada del
primero de mayo de 1998, fue asesinado a tiros por sujetos desconocidos en Guayaquil. Según un
reporte del extinto diario Hoy,
el animador dejaba en su casa a una modelo de su programa, cuando dos sujetos dispararon a quemarropa a Bedoya y un amigo que estaba a su lado.
El presentador recibió “un
impacto de bala en el abdomen, cuando se encontraba en su automóvil, en un popular sector del suburbio oeste”, reza la noticia.
En ese momento, el animador -que se encontraba herido- trató de escapar pero se estrelló contra un poste, minutos después, fue llevado a una clínica, pero no resistió.
Hasta el momento, no se sabe los verdaderos motivos que propiciaron la muerte de Bedoya. Por un lado,
existe la teoría de que los asesinos intentaron robar el auto y por otro, que el delito estaba planificado porque vecinos de la zona manifestaron que “parecía que lo estaban esperando”.
Además,
las sospechas giran en torno al romance que tenía con una popular modelo de la época.
“No hubo detención del actor directo y en el caso del actor mediato, estuvieron relacionadas personas con las que él trabajaba, que fueron detenidos, pero
Fiscalía nunca pudo formular cargos porque no contó con los elementos (necesarios)”, señaló la abogada Giovanna Vélez, quien analizó el caso.
FAUSTO VALDIVIEZO
Fausto Valdiviezo fue periodista y presentador de televisión en varias cadenas como Ecuavisa, Teleamazonas, SíTV (canal UNO) y TC televisión, en los que
durante 29 años se dedicó a mostrar noticias de la comunidad.
En 2009, cuando varios medios de comunicación como TC televisión fueron incautados por el entonces presidente
Rafael Correa, Valdiviezo representó a los trabajadores de ese canal que exigían garantías laborales, lo que produjo
fricciones verbales entre el periodista y funcionarios del Gobierno.
Esto provocó que durante algunos años estuviera fuera de la pantalla, pero el
11 de abril del 2013, justo cuando estaba listo para regresar a la televisión,
fue asesinado en su auto por un hombre, quien disparó contra el comunicador cuando salía de casa de su madre.
Días antes, Valdiviezo sufrió un primer ataque, cuando varios sujetos dispararon a su carro sin éxito, “los sicarios cobardes pensaron que lo mataron. Pero mi hermano no ha tomado las precauciones y fue a visitar a mi madre, porque ella está delicada de salud”, expresó el hermano, según
cita diario El Universo.
Desde entonces, se han abierto dos instrucciones fiscales, que hasta el momento
no han arrojado información concreta sobre las causas del asesinato y los sicarios de Valdiviezo.
“Generalmente en estos casos de crímenes contra periodistas se llega a quien jaló el gatillo, pero no a quienes lo ordenaron, y lamentablemente en el caso de Fausto no se ha llegado ni a lo uno ni a lo otro”, comentó César Ricaurte, director de Fundamedios.
IMPUNIDAD EN ACTOS CONTRA LA PRENSA
Según cifras de Fundamedios, en Ecuador se han registrado alrededor de
2.800 agresiones contra la prensa, a la fecha,
casi ninguna de estas han recibido algún tipo de investigación o se han sancionado o judicializado. Además,
siete casos de impunidad desde el 2008.
Así lo afirmó Ricaurte,
“eso significa que en general hay un clima de impunidad, casi de normalización de los ataques a la prensa”.
Recuerda que “un caso tan evidente” como la agresión de
Freddy Paredes, periodista de Teleamazonas que sufrió un ataque en las
protestas de octubre 2019, se enjuició al responsable directo pero “con una pena tan leve, que no es disuasivo de nada”.
Además,
el caso de los tres periodistas del diario El Comercio sigue sin respuestas.
¿QUÉ HACER?
De acuerdo a César Ricaurte, la solución está en que
el Estado reconozca sus responsabilidades en la protección de periodistas, tal como lo dicen los reglamentos internacionales a los que Ecuador está suscrito.
Y luego que la
Fiscalía investigue las agresiones contra la prensa y crímenes graves en los que estén involucrados periodistas.
“Lo más importante es que no exista impunidad, la impunidad es la que alimenta esta violencia en contra de periodistas”, recalcó Ricaurte.