Los datos proceden de InSight Crime, una organización que analiza el crimen organizado y la corrupción. La entidad explica que el año pasado se evidenció un aumento de la producción de cocaína en la región y altos precios de la droga en Europa y otros mercados internacionales.
Además, menciona que las altas cifras de asesinatos en Sudamérica se deben, sobre todo, a las disputas criminales por las rutas de narcotráfico.
Ecuador, en particular, registró el año más violento de su historia con 8.008 homicidios totales.
La espiral de violencia criminal elevó el número de 25,5 homicidios per cápita en 2022 a 44,5 en 2023, un aumento del 74,5%. Esta es la cifra más alta que cualquier otra nación de Centro y Sudamérica.
“El descenso del país hacia el caos fue repentino: la tasa de homicidios se multiplicó por ocho en cinco años”, detalla InSight Crime.
Si bien la violencia en Ecuador se ha venido gestando desde hace décadas, el impulso de los grupos de narcotráfico ha provocado una grave crisis de inseguridad que parece no terminar.
Al iniciar el 2024, grupos delincuenciales perpetraron varios atentados, entre ellos el asalto a un noticiero en vivo, disturbios en las cárceles y ataques a la policía. Esto provocó que el presidente Daniel Noboa declarara conflicto armado interno y estado de excepción, lo cual implicó que las pandillas fueran tratadas como terroristas.
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Ecuador supera en tasa de homicidios a todos los países de Centro y Sudamérica como Colombia, México, Venezuela o Guatemala.
Incluso, le gana a Haití, el país más pobre del continente americano, que registró una tasa de 40,9 en el 2023. En total, 4.789 asesinatos.
Mientras que Jamaica se catapulta como la nación más violenta de América Latina y el Caribe con una tasa de homicidios de 60,9 y 1.393 asesinatos.