El hecho no provocó decesos ni dejó heridos. Tampoco se registraron daños a bienes. No obstante, generó pánico entre los habitantes de la capital de la provincia de Azuay, puesto que se produjo menos de 24 horas después de una serie de explosiones de autos registradas en Quito.
Según información preliminar de fuentes extraoficiales, cámaras de vigilancia de la zona residencial, considerada como tranquila por moradores, captaron a dos sujetos a bordo de una moto, quienes presuntamente estarían implicados en el incidente.
Tras la alerta emitida por la detonación, elementos de la Policía Nacional acudieron a la zona para llevar a cabo acciones investigativas y recabar información con el objetivo de esclarecer lo sucedido.
Aproximadamente una hora más tarde se registró una explosión al interior de un vehículo Chevrolet Trooper, en la calle Río Palora, en el norte de Cuenca. De acuerdo a versiones preliminares, la detonación habría estado relacionada a ataques por parte de vacunadores. Las autoridades han iniciado indagaciones para descubrir qué es lo que sucedió.
Al igual que la primera explosión, este incidente no dejó muertos ni heridos, pero aumentó la preocupación en habitantes, que se hallan perturbados por el registro de un motín en la cárcel de El Turi, que continúa tras haber iniciado el miércoles, como protesta a la intervención del ejército en la cárcel de Latacunga.
De acuerdo a información de la Agencia de Prensa Independiente (API), testigos señalaron que dos sujetos en una moto escaparon de la zona tras la detonación dentro del vehículo, otorgando así un recuento similar al que se habría dado tras la explosión bajo el puente.