Uno de los cadáveres quemados durante la matanza en la Penitenciaría del Litoral corresponde a Abraham Muñoz. La información fue confirmada este martes 16 de noviembre por su abogado.
En medio de los trabajos de identificación de los fallecidos, Criminalistíca había informado que el estado de los cadáveres es variado, pues algunos fueron quemados y mutilados en medio de los enfrentamientos, por lo que serían sometidos a investigaciones antropológicas y genéticas.
Los enfrentamientos comenzaron cuando un grupo de reos buscó acorralar a los recluidos en el pabellón 2, que se quedó sin su cabecilla luego de que la Justicia lo dejara en libertad. "Al estar ese pabellón sin cabecilla, otros pabellones, con otras bandas, pretendían doblegarlos, entrar a hacer una masacre total", ha detallado el gobernador del Guayas, Pablo Arosemena.
Pero en la revuelta también se atacó el bloque transitorio, donde, incluso, se registró la mayor cantidad de asesinatos (46 en total) por parte de los internos de otros tres pabellones.
Muñoz, quien había sido condenado a ocho años de cárcel por delincuencia organizada en la venta de insumos médicos durante la emergencia por COVID-19, era uno de los presos que se encontraban en el bloque transitorio, zona destinada a los reclusos que no representan mayor peligrosidad y que fue invadida con armas de fuego y explosivos.
La hermana de Muñoz contó que la última vez que tuvieron noticias de Abraham fue mediante un audio, en el cual les había pedido que oren por él debido a que había "mucha balacera".
El fallecido era conocido por haber sido entrenador y parte del círculo de amigos cercanos a Daniel Salcedo (procesado por peculado en la compra de insumos médicos en un hospital del IESS). Pero fue luego del accidente de la avioneta en Perú (en la que viajaba Salcedo y otros acompañantes) que el nombre de Abraham Muñoz se hizo público debido a que su identidad fue usada por Salcedo para salir del país.
No obstante, luego de varias denuncias de la ciudadanía, en redes sociales y medios de comunicación, la Fiscalía inició una investigación en junio de 2020 contra las personas, entre ellas Muñoz, que se dedicaban a la venta de medicamentos, por valores y cantidades onerosas de dinero, durante la crisis sanitaria vivida en Guayaquil, los meses de marzo, abril y mayo de 2020.
Las investigaciones se centraron en una organización delictiva que se habría dedicado a la venta ilícita de insumos médicos con sobreprecio, en especial del medicamento denominado Actemra, cuyo valor ascendió a unos 1.200 dólares por ampolla.
Según las investigaciones, las ampollas habrían salido del hospital Guasmo Sur, con la complicidad de funcionarios de la casa de salud, entre ellos Víctor Chele, ex subdirector del área de medicamentos, quien fue sentenciado por el mismo caso a 5 años de prisión y que también murió en la reciente masacre carcelaria.
Ayer, el presidente Guillermo Lasso, advirtió que el país está bajo un ataque de las mafias del narcotráfico que intentan hacerse con el control de las cárceles y a las que culpó de las matanzas entre reos.