Cientos de personas se disponían a celebrar la Diablada Pillareña, que es parte del Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador, de manera clandestina y pese a la prohibición de las autoridades nacionales y cantonales, que ante la expansión del COVID-19 cancelaron el evento.
La mañana de este domingo, dos de enero, se observó personas dirigiéndose a casas para dar inicio a la tradición. En las calles había diablos, guarichas (hombres vestidos de mujeres) y parejas de línea, e incluso consumían alcohol.
Sin embargo, la Policía Nacional y autoridades municipales desalojaron tres sitios clandestinos: Robalinopamba, Cochaló y San Vicente en el cantón Píllaro, provincia de Tungurahua. Allí estaban más de 800 personas listas para comenzar el baile.
Así lo explicó Geomayra Alulema, Jefa Política del cantón, quien mencionó que el fin es cuidar la salud de las personas.
Por su parte, el Comandante de la Zona 3, Manuel Samaniego, dijo que continuarán realizando los operativos, pues usualmente esta fiesta se desarrolla del uno al seis de enero de cada año.
“Ahora es primordial el tema de la salud y tenemos que acatar las disposiciones del COE Nacional respecto al cumplimiento de los protocolos de bioseguridad para evitar más contagios”, dijo el Coronel.
El alcalde del cantón Píllaro, Francisco Yanchatipán, comentó que esos lugares no tenían los permisos necesarios para ejecutar la comparsa, por lo que se procedió a suspendarla. Además, se impondrán sanciones que van desde un salario básico.