En mercados de la ciudad de Quito se expende carne de tiburón bajo la fachada de ser un producto derivado de la corvina, picudo o atún, según una investigación realizada por la Universidad San Francisco de Quito.
"Tomamos muestras de once mercados a lo largo del distrito metropolitano. Extrajimos ADN e hicimos una amplificación en una región de ese ADN específica para lo que son los tiburones. Entre ellas encontramos que 26.7% de nuestras muestras resultan ser (de esta especie)", explicó María José Mateo, biotecnóloga de la USFQ, a Teleamazonas.
La pesca de tiburones en el país está prohibida, excepto bajo ciertas circunstancias que la clasificarían como "incidental", que corresponderían a la captura accidental del escualo por medio de operaciones dirigidas a atrapar otra clase de animal.
"Se declara pesca incidental lo que realmente no es, o no sería, y se legaliza esa pesca", expresó Hugo Echeverría, docente de la universidad, al medio citado, refiriéndose a la problemática que devendría de la inexistencia de un apartado que establezca el límite en el número de tiburones cuya captura podría considerarse incidental por jornada de pesca.
En una presentación referente al reciente estudio, Mateo advirtió que el consumo de esta especie podría resultar perjudicial para los humanos, puesto que los tiburones, al ser depredadores, ingieren y acumulan cobre y mercurio.
Múltiples especies de tiburón que habitan en aguas ecuatorianas se hallan bajo peligro de extinción, como el tiburón oceánico de puntas blancas y el tiburón martillo. La reducción en su número de ejemplares se debe en gran parte a actividades pesqueras.