El estremecedor asesinato de una joven madre fue descubierto la mañana de este viernes 3 de junio de 2022, en Cuenca. El cuerpo sin vida de la mujer fue hallado en un barranco de la parroquia Ricaurte, con signos de violencia y embalado.
La víctima, que estaba reportada como desaparecida desde hace cuatro días, fue identificada como Tania Priscila Calle, de 32 años, quien dejó en la orfandad a dos menores de 13 y 15 años.
El acusado de este presunto femicidio, identificado como Rafael I., es el cuñado de Calle, un estudiante de Veterinaria que habría pedido el carro a un amigo para trasladar el cuerpo de la víctima tras consumar el asesinato.
El pasado 30 de mayo, Calle fue reportada como desaparecida. Supuestamente, esa mañana salió de casa y le escribió a su hermana para que haga el almuerzo porque regresaría en la tarde, pero no volvió.
La víctima vivía con sus dos hijos en la casa de su madre, ubicada en el barrio de Quinta Chica. La noche anterior a su desaparición, había llegado su cuñado desde el cantón Santa Isabel, y se alojó en la habitación de su esposa, hermana de la occisa.
¿CÓMO MURIÓ CALLE?
De acuerdo con el fiscal de Azuay, Leonardo Amoroso, la mujer fue atacada el 30 de mayo con un golpe de martillo en la cabeza, aprovechando que los hijos de Calle salieron al colegio.
Entre las pruebas, la Fiscalía señala que el instrumento fue hallado en la casa de los padres del sospechoso. No obstante, las autoridades todavía no han revelado la motivación de este crimen.
El asesinato habría sido planificado, debido a que el hombre lavó el cuerpo de la víctima y limpió la escena, luego de cometer el crimen. El sujeto conocía de este procedimiento debido a que estudiaba la carrera de Veterinaria.
Después del crimen, el victimario llamó a uno de sus compañeros para pedirle que le ayude a trasladar restos de perros y gatos que había sacrificado para vender los esqueletos a otros estudiantes.
El cuerpo de la mujer que estaba enredado en una sábana y colcha fue metido en la cajuela del vehículo, pero antes de deshacerse de su cadáver, los jóvenes pasaron por la universidad porque debían rendir un examen.
EL HALLAZGO DEL CADÁVER
Tras colocar la denuncia, la madre de Calle revisó la habitación de su hija y encontró algunas manchas rojas que —sospechó— eran sangre lo que le hizo pensar que algo andaba mal. Después de esto, la Fiscalía realizó pruebas con luminol que dieron positivo para sangre humana.
Los vecinos del sector testificaron que la mañana del 30 de mayo escucharon gritos de auxilio provenientes de la vivienda y, horas más tarde, vieron llegar a un auto rojo que fue abordado por el cuñado de la víctima.
La Policía logró identificar dicho vehículo mediante cámaras de seguridad del sector hasta dar con el propietario del carro, quien ofreció detalles de lo que hizo su compañero y sobre el lugar donde fue arrojado el bulto.
Tras haberse deshecho del cuerpo, el sujeto habría vuelto al lugar donde fue lanzado el cadáver para tratar de enterrarlo, pero lo dejó a medias. Cuando Fiscalía y Dinased la hallaron, el cuerpo estaba maniatado e iniciando el estado de descomposición.
El fiscal Amoroso explicó que el dueño del carro fue puesto en libertad porque logró presentar pruebas de que no está vinculado con el asesinato porque esa mañana estuvo en una cita médica. Sin embargo, Rafael I. fue detenido y le formularon cargos por el delito de femicidio.