Este derrame de petróleo ocurrido por la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), el jueves 13 de marzo pasado, inició en el sector El Vergel de la parroquia Cube, en el cantón Quinindé, al este de la provincia de Esmeraldas.
Pero la afectación se expandió por toda la provincia, ya que a través de ríos y esteros se ha esparcido, calcula el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), a más de 80 kilómetros de cuerpo hídrico, incluido el cantón Esmeraldas.
Las parroquias afectadas, además de Cube, son Viche, Majua, Chinca, San Mateo, Tachina y Esmeraldas. De hecho, el alcalde Vicko Villacís detalló que son cerca de 4 500 familias afectadas, quienes usaban el agua de los esteros y ríos para su consumo personal y para sus actividades productivas.
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Desde el Ministerio señalan que se realizan acciones de monitoreo ambiental, en coordinación con otras instituciones, a través de recorridos terrestres y fluviales. Han obtenido 102 muestras (45 de agua y 57 de suelo), para determinar los niveles de contaminación.
También se evaluó el impacto en el Refugio de Vida Silvestre Manglares Estuario Río Esmeraldas, donde constató la presencia de hidrocarburos en la superficie del agua que circula en los canales de esa área protegida. Esto daña la cobertura vegetal del ecosistema manglar, la fauna y los sedimentos acuáticos.
Señalan que activaron los recursos de emergencia del Fondo de Áreas Protegidas para implementar acciones de mitigación, recuperación y monitoreo de esa zona, además de la rehabilitación e impedimento de mayores impactos ambientales.
Por otro lado, desde la Armada Nacional se informó que a través de su Dirección Nacional de los Espacios Acuáticos implementó diversas acciones, entre ellas, "la activación del Plan Zonal de Contingencia ante derrames de hidrocarburos, con el objetivo de mitigar el impacto y evitar la propagación de la contaminación en las zonas afectadas, como los ríos Viche y Esmeraldas".
Esta acción, agregan, busca proteger el ecosistema marino de la zona y también prevenir la contaminación en la actividad pesquera.
Según el último Censo Poblacional, de las 150 mil personas que aparecen con algún tipo de ocupación laboral en la provincia, casi 30 mil dedican su tiempo a actividades de agricultura y pesca. Justo ambas actividades son las principales afectadas porque su desarrollo dependen del agua.
En Quinindé, de las 37 mil personas que señalan tener una actividad laboral, 11 mil depende de esas actividades, es decir, casi una tercera parte de su población laboral.
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En cuanto al Ministerio de Salud, comunicó que varias brigadas se acercaron hasta las zonas afectadas para entregar mascarillas, ya que uno de los problemas derivados de esta contaminación es el deterioro de la calidad del aire. De hecho por eso tuvieron que atender a varias decenas de personas afectadas.