A vísperas del feriado de Año Nuevo, que por esta ocasión se extenderá por cinco días, miles de ciudadanos se preguntan qué planes llevar a cabo para aprovechar al máximo los días libres.
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En la ciudad de Guayaquil hay una gran cantidad de localidades próximas que ofrecen un gran abanico de actividades, realizables a lo largo de un solo día, teniendo en cuenta lo que demora ir y regresar.
Después de meses en los que la presión financiera sobre los ciudadanos se acentuó debido a varios factores, principalmente por los prolongados apagones diarios que se registraron desde mediados de septiembre hasta el pasado 20 de diciembre, hay muchas familias que prevén realizar paseos que no impliquen muchos gastos.
Por ejemplo, ver el florecimiento de inmensos guayacanes de flores amarillas en el cantón Colimes, en la provincia de Guayas, es una experiencia visual sin precedentes que puede convertirse en el plan perfecto a realizar durante este feriado.
Desde zonas de observación, la frondosa vegetación simula ser una gran cobija amarilla, ofreciendo un espectáculo reminiscente a los que suelen ser aclamados por turistas que ven los cerezos de Japón, al otro lado del mundo.
En Colimes ya ha iniciado el florecimiento, y posar la vista sobre aquella gran arboleda amarilla que ha inspirado tantas obras de pintores puede significar iniciar con pie derecho el nuevo año.
La Reserva Ecológica Manglares Churute ofrece una experiencia totalmente distinta a la anterior, pese a que también gira en torno a la observación de densos árboles.
Situada aproximadamente a 15 kilómetros hacia el sur de Guayaquil y Durán, el área, protegida por el Estado, guarda dentro de sus confines la mayor extensión de manglares del Ecuador.
Allí, visitantes podrán caminar a lo largo de un ecosistema seco único, cubierto por una ligera neblina, paseando por los cerros de la cordillera de Churute y observando no solo a los ancestrales manglares, sino también especies en peligro de desaparecer, como el canclón y el cocodrilo de la costa.
A 91 kilómetros de la ciudad portuaria se encuentran las "Siete Cascadas" del cantón Naranjal. Esta localidad ofrece un recorrido lleno de naturaleza, protagonizado por mariposas de muchos colores y pequeños peces.
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Una caminata en la que se observan dichas cascadas es el punto central del paseo. Un chapuzón durante la mitad del viaje también es común, así como concluir toda la aventura comiendo uno de los platos emblemáticos de la zona, que consisten en su mayoría de cangrejo.
Para quienes disfrutan de sentir adrenalina, a partir de la quinta cascada hay actividades como escalada con cuerda. Para quienes en, en cambio, prefieren moverse con calma, cada cascada tiene sus propios elementos que la hacen bella y única, por lo que pasar minutos apreciándolas se torna mucho más emocionante de lo que parece.
En este gran manto verde no hay cascadas ni manglares, pero si una cantidad inimaginable de animales que se revisten de suma importancia para los guayaquileños, pues son los más emblemáticos de la ciudad.
Entre monos aulladores, papagayos, osos hormigueros y muchas más especies, quienes visiten esta verde localidad, ubicada en el kilómetro 16 de Vía a la Costa, casi que a las afueras de Guayaquil, podrán adentrarse en uno de los remanentes de bosque seco tropical de la "Perla del Pacífico".
La duración de los senderos varía, pero hasta en el más sencillo y corto la experiencia se torna mágica con la ayuda de los guías, quienes, con mucha concentración, te indicarán a lo largo del camino donde mirar para encontrarte cara a cara con imponentes seres en total libertad.