Consternación en Ecuador por la confirmación de que los cuerpos hallados en Taura, pertenecen a los menores de edad desaparecidos en Guayaquil. Las víctimas son Ismael, Josué, Nehemías y Steven, quienes salieron a jugar fútbol, pero nunca más volvieron a sus hogares.
La tarde de este martes 31 de diciembre, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó que los resultados de las pericias de genética forense, ejecutadas a cuatro cadáveres hallados en manglares en Taura, corresponden a los tres adolescentes y un niño desaparecidos tras un operativo militar, el pasado 8 de diciembre.
Aquel día, los menores de edad habrían terminado un partido y luego fueron detenidos por una patrulla militar en las inmediaciones del Mall del Sur. En un video viral de redes sociales se observa que los uniformados los subieron a una camioneta porque supuestamente estaban implicados en un robo, aunque el fiscal del caso ha mencionado que no hay pruebas de ese hecho.
Los 16 militares argumentan que los dejaron “sanos y salvos”, pero el padre de una de las víctimas relató que habló con su hijo y que éste le comentó que los uniformados los golpearon y dejaron en medio de la intemperie.
El caso es investigado como una presunta desaparición forzada y un juez dictó prisión preventiva para los uniformados. En caso de ser hallados culpables, podrían pasar de 22 a 26 años en la cárcel.
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Se trata de Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años, y sus amigos Nehemías Arboleda, de 15, y Steven Medina, de 11. Todos del barrio Las Malvinas, al sur de Guayaquil.
Ismael era el goleador de la familia. Pertenecía a la Escuela de Fútbol Richard Borja, con la que obtuvo cuatro medallas. Su pasión por el deporte nació desde los cinco años.
Entrenaba de lunes a viernes y los fines de semana participaba en campeonatos. De hecho, por su gran desempeño, fue becado. “Su sueño siempre fue jugar en el extranjero porque admira mucho a Neymar”, contó Luis Arroyo, padre de Ismael y Josué, a la cadena Ecuavisa.
Ismael también jugaba fútbol, pero lo que más le apasionaba era estudiar. La madre del pequeño le mostró al medio antes citado los cuadernos del adolescente, en los que se evidencian sus excelentes calificaciones.
“Tenían el debate de quién le compraría primero la casa a la mamá”, relató Luis Arroyo.
Nehemías Arboleda era el cantante del grupo. Había sido seleccionado para participar en coros sociales.
“Canta en el baño, canta en todas partes, solo vive cantando, sonriendo, tiene una muy linda sonrisa”, destacó Johana Arboleda, madre del adolescente, en una entrevista con Ecuavisa. Además, Nehemías había actuado en videos musicales.
El más pequeño era Steven Medina, quien era parte de la Fundación Nueva Vida de la arquidiócesis de Guayaquil. Ahí estuvo desde los 5 años y no solo representó a esa institución en torneos deportivos, sino también actuó en presentaciones artísticas. Tocaba instrumentos, bailaba y cantaba.
Su tutora recalcó que Steven tenía una gran conexión con Dios. “En la hora del almuerzo, cuando hay que hacer la oración, él es el primero que dice yo, yo hago”, narró Elizabeth Rosero a Ecuavisa.