Ecuador adelantará importación de 95.000 toneladas de maíz para garantizar seguridad alimentaria
La grave sequía que se registra en Ecuador ha llevado a que algunas zonas de la sierra andina acumulen más de setenta días sin lluvias.
Ecuador adelantará la importación de 95.000 toneladas de maíz amarillo duro que estaban previstas para el año 2025 con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria del país, frente a la grave sequía que enfrenta actualmente la producción local, según anunció en un comunicado el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
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En consenso, los miembros del Consejo Consultivo de la Cadena del Maíz tomaron esta decisión y dejaron para noviembre la evaluación de importar otro cupo adicional, previo a la revisión de los informes técnicos de oferta y demanda.
El compromiso es que la industria adquiera la totalidad de la producción de maíz duro, incluido el que está por ser cosechado, con respeto al precio mínimo, fijado en 16,50 dólares por quintal (100 kilos).
El ministro de Agricultura y Ganadería, Danilo Palacios, saludó el consenso alcanzado entre los representantes de los productores, centros de acopio, industriales y otros miembros de esta cadena productiva que usan el grano para la producción de proteína de origen animal (carne de pollo, carne de cerdos, huevos).
Palacios consideró que la propuesta protege al productor y asegura el abastecimiento del maíz a un precio justo, además de que evitará inconvenientes a los consumidores.
En 2023, la demanda mensual de maíz amarillo duro de Ecuador fue de alrededor de 112.000 toneladas métricas, de las que el 92% se destinaron a la industria y el 8% restante para el consumo humano.
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La grave sequía que se registra en Ecuador ha llevado a que algunas zonas de la sierra andina acumulen más de setenta días sin lluvias.
Esta situación también ha sumido al país en una crisis energética, con racionamientos de electricidad de hasta once horas por día, ante la insuficiencia de las principales centrales hidroeléctricas del país para abastecer la demanda nacional.
A ello se han sumado una sucesión de incendios forestales, sobre todo al recrudecerse la época seca, lo que ha hecho que desde agosto hayan ardido más de 23.400 hectáreas en el país, según datos de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).
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