La Organización de Estados Americanos (OEA) ha duplicado su presencia en Ecuador para la segunda vuelta electoral del domingo a fin de garantizar la transparencia del voto y un proceso electoral en libertad, reveló este jueves la jefa de la delegación Isabel de Saint Malo.
"La OEA tiene una misión bastante más robusta esta segunda vuelta de lo que tuvimos en la primera", dijo la exvicepresidenta panameña en un encuentro con el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, que hoy se reunió por separado con ella y con el expresidente colombiano Andrés Pastrana, jefe de la Misión Internacional Grupo Idea.
En total, la OEA ha desplegado para el balotaje entre el Guillermo Laso y el correísta Andrés Arauz a 70 observadores, por lo que "de hecho, esta es la primera misión completa desde que comenzó la pandemia".
En el anterior proceso el equipo constaba exactamente de la mitad de miembros, y no todos ellos en Ecuador.
"Es una muestra de compromiso de la Organización con este país", afirmó Saint Malo, quien destacó la solicitud de Moreno de acompañar el proceso electoral y poder "tener presencia" en cuantas más provincias.
La OEA verificará el proceso en 18 provincias, trece más que en la anterior elección del 7 de febrero, que terminó con la victoria clara de Arauz, pero las denuncias de fraude del tercer candidato Yaku Pérez, quien pujaba por el balotaje con Lasso desde la segunda posición.
Finalmente las denuncias fueron desestimadas por los organismos electorales, incluidos los judiciales, y el centroderechista quedó en segunda posición por apenas 32.000 votos.
"La idea es buscar el fortalecimiento de nuestra democracia, respeto a los derechos humanos, a la libertad de expresión, a enemigos comunes como el que vivimos desafortunadamente del narcotráfico, de la insurgencia", dijo por su parte Pastrana, en la segunda reunión.
"Venimos precisamente a respaldar el proceso electoral del próximo domingo", agregó el exmandatario colombiano.
Ecuador acude a las urnas en medio de severas restricciones por la pandemia y para dirimir entre dos candidatos con visiones totalmente contrapuestas.
Arauz representa al Socialismo del Siglo XXI que enarbolaba el expresidente Rafael Correa (2007-2017) y Lasso a la centroderecha de visión neoliberal.
Las últimas encuestas prevén una intensa puja en el balotaje dado que ambos candidatos aparecían en los pronósticos con un empate técnico, con ligeras diferencias de hasta el 4% y alternancia en la primera posición, dependiendo de la encuesta.
Expertos consideran que dada la pequeña diferencia y el encontronazo ideológico entre ambos candidatos, un resultado demasiado exiguo podría conducir a acusaciones de fraude por cualquiera de los dos bandos, tal y como ocurrió en 2017.
En este caso, la diferencia está en que el actual presidente Lenín Moreno, ni ningún miembro de su entorno político, participa en el balotaje.