Pediatorkope (Ghana).- La minúscula isla de Pediatorkope, en el sureste de Ghana, es una de las más pobres del país. No hay coches ni luz y la población sobrevive del cultivo de mejillones en el río Volta. Cuando se hace de noche, la isla se queda en la oscuridad por carecer de electricidad. Pero los estudiantes podrán estudiar con luz eléctrica a partir de ahora.
Cuando los alumnos de la escuela primaria de Pediatorkope giran los torniquetes metálicos situados en el patio de recreo, una turbina conectada a una batería permite recargar las lámparas LED.
Las lámparas, con una autonomía de unas cuarenta horas, se distribuyen entre los estudiantes que a partir de ahora no tendrán disculpas para no hacer sus tareas.
Para Gerson Kuadegbeku, profesor en este centro, este ingenioso proceso, desarrollado por la ONG estadounidense Empower Playgrounds, ya ha permitido mejorar los resultados de los alumnos. "Antes, los niños sacaban malas notas, pero con la ayuda de estas lámparas, asimilan mejor las materias", reconoció.
CRISIS ENERGÉTICA
Ghana, segunda potencia económica de África Occidental, está paralizado por la peor crisis energética de su historia, que desacelera su actividad económica. A veces, los cortes de electricidad pueden durar todo el día.
El gobierno, muy criticado por no haber logrado mantener el crecimiento económico prometedor de este país que empezó a extraer petróleo en 2010, firmó recientemente nuevos contratos con compañías privadas de electricidad. Pero la situación puede tardar en mejorarse y, mientras tanto, la demanda de generadores eléctricos aumenta.
Algunas empresas han amenazado con irse del país, otras han tenido que despedir a sus empleados debido a la caída de la actividad.
El principal partido de oposición, el Nuevo Partido Patriótico (NPP), salió a la calle el mes pasado para denunciar el estancamiento de las empresas y exigir al presidente John Dramani Mahama soluciones. "Si una empresa tiene que recurrir a un generador eléctrico antes de poder producir, es que hay verdadero problema", se indignó el diputado de oposición Isaac Osei.
CREAR ENERGÍA JUGANDO
La situación es preocupante en Accra, la capital, pero todavía es peor en las zonas rurales. En esas regiones pobres, los niños, que están a menudo obligados a ayudar a sus padres en el trabajo agrícola después de la escuela, no pueden hacer los deberes de noche por falta de luz.
Gracias a estos torniquetes que producen electricidad, los niños de zonas rurales tienen más oportunidades de continuar sus estudios después de la escuela primaria, explicó George Thompson, jefe de proyecto para Empower Playgrounds.
"Hasta ahora, estamos presentes en 42 escuelas" de Ghana, precisó a la AFP. "Según nuestros estudios, los niños han mejorado los resultados" gracias a este proyecto, añadió.
"Queremos que la comunidad se asegure de que, cuando estos niños llevan las lámparas a casa, las utilicen para lo que deben, para estudiar".
Tras el éxito de estos artilugios ecológicos, la ONG ha creado también una pequeña unidad productora de energía solar en la isla. Los habitantes pueden dotarse de una batería que permite el funcionamiento de algunas lámparas y recargar los teléfonos por un monto de 500 cedis (unos 130 euros).
Humphrey Teye Ayeh, un habitante de Pediatorkope, declaró haber recurrido a esta energía por la carestía del queroseno con el cual alimentaba su generador. La batería que dura un mes, dijo, puede ser recargada por cinco cedis (1,30 euros) adicionales.
"No se tratar de obtener beneficios, sino de convertir este sistema en un proyecto sostenible" y financiar el mantenimiento de la estación de recarga, explicó Thompson.