La estrella del cine, Will Smith, ha decidido sincerarse y compartir con el público sus más profundos pensamientos, incluso la vez que pensó en asesinar a su padre. El próximo 9 de noviembre, saldrá a la venta en Estados Unidos su libro llamado "Will". En él hablará por primera vez de las difíciles relaciones en su vida, con sus padres, esposa e hijos, además de otros temas personales.
El actor ha compartido partes de sus memorias en exclusiva para la revista People. Ahí reveló los episodios traumáticos que vivió en su infancia a causa de su padre, que lo llevaron a pensar que podría matarlo.
“Mi padre era violento, pero también estuvo en cada obra de teatro y recital que daba. Era alcohólico, pero estaba sobrio en los estrenos de cada una de mis películas”, expresa desde el inicio de su libro. “Escuchó cada disco. Visitó todos los estudios [de grabación]. El mismo perfeccionismo intenso que aterrorizó a su familia fue por el que consiguió poner comida sobre la mesa todas las noches de mi vida”, detalla el intérprete.
Para Will, el momento más traumático fue cuando su padre agredió físicamente a su madre. “Cuando tenía nueve años, vi a mi padre golpear a mi madre en la cabeza con tanta fuerza que se derrumbó. La vi escupir sangre. Ese momento, en esa habitación, probablemente más que cualquier otro momento de mi vida, ha definido quién soy”, confiesa.
También explica las repercusiones que esa situación tuvo a lo largo de su vida: “En todo lo que he hecho desde entonces, los premios y los elogios, los focos y la atención, los personajes y las risas, ha habido una sutil cadena de disculpas hacia mi madre por no haber actuado ese día. Por fallarle en ese momento. Por no hacer frente a mi padre. Por ser un cobarde”.
Hasta antes de la muerte de su padre en 2016, Will mantenía una relación cercana con él. Sin embargo, acepta que la ira de aquel incidente visitaba sus pensamientos ocasionalmente, aún décadas después.
Fue por eso que cuando su padre fue diagnosticado con cáncer y los médicos le dieron seis semanas de vida, tuvo un pensamiento perturbador.
“Una noche, mientras le llevaba desde su dormitorio hasta el baño con cuidado, una oscuridad surgió dentro de mí. El camino entre esas dos estancias pasa por la parte superior de las escaleras. Cuando era niño, siempre me dije a mí mismo que algún día vengaría a mi madre. Que cuando fuera lo suficientemente mayor, cuando fuera lo suficientemente fuerte, cuando ya no fuera un cobarde, le mataría”, cuenta, demostrando cuánto le afectó ese lejano momento en su niñez.
Además explica cómo transcurrieron esos segundo en su cabeza: “Me detuve en la parte superior de las escaleras. Pensé que podría empujarlo y quitármelo de encima fácilmente”, revela. “Mientras las décadas de dolor, ira y resentimiento iban desapareciendo, negué con la cabeza y procedí a llevarlo al baño”, expresa.
Luego de que el cáncer tomara la vida del hombre, Will hizo varias conclusiones sobre la relación que llevó por años con su progenitor. “No hay nada que puedas recibir del mundo material que te genere paz interior o satisfacción”, escribe en su libro.
“Al final, no importa nada cuánto te haya amado el resto de la gente, solo alcanzarás la felicidad en función de lo bien que tú los hayas amado”.