El pequeño pueblo de Ginostra, a los pies de Stromboli, amaneció este jueves bajo una capa de cenizas y casi deshabitado, un día después de la violenta erupción del volcán, que causó la muerte de un turista.
El volcán sigue emitiendo fumarolas aunque los expertos consideran que ya pasó el peor momento, después de que dos grandes explosiones en la zona centro-sur del cráter se registraran a las 14H46 GMT del miércoles.
Stromboli, considerado uno de los volcanes más activos del planeta y que ha estado frecuentemente en erupción desde 1932, registró el miércoles una de las más fuertes de este siglo.
Aviones Canadair continuaban el jueves lanzando agua para extinguir los diversos incendios que provocó la lava ardiente.
"Hemos hecho 320 viajes hasta ahora y vamos a seguir", explicó Giovanni Giacoppo, responsable de los guardabosques y coordinador de la operación.
Los bomberos intentan también despejar la gruesa capa de ceniza que cubre Ginostra y sus alrededores.
El miércoles por la noche, unas 70 personas fueron evacuadas de Ginostra, la localidad más afectada, y un total de mil turistas asaltaron las lanchas rápidas que conectan con la costas de la península. Algunos abandonaron hasta sus papeles y equipajes en la isla.
"Era como estar en el infierno, con una lluvia de fuego cayendo del cielo", contó el sacerdote de la isla, Giovanni Longo.
La erupción causó la muerte de Massimo Imbesi, un siciliano de 35 años, apasionado de la fotografía, quien estaba de excursión en el volcán, acompañado por un joven brasileño que acaba de conocer.
Según los socorristas probablemente quedó atrapado en el derrumbe de rocas y se asfixió por el gas.
El joven brasileño sobrevivió pero estaba deshidratado y conmocionado.
La turística isla volcánica de Stromboli, que cubre un área de 12,6 km2, tiene unos 500 habitantes y atrae a muchos visitantes durante los meses veraniegos.
Las explosiones fueron precedidas por flujos de lava "de todas las bocas activas", proyectando una columna de humo de 2 km de altura, dijo el INVG.