Sudáfrica, el país donde se detectó en noviembre la nueva variante del COVID-19, anunció el jueves que había superado el pico de la ola causada por ómicron sin notar un incremento notable de decesos.
"Todos los indicadores sugieren que el país seguramente ha superado el pico de la cuarta ola" de la pandemia provocado especialmente por la contagiosa nueva variante, dijo la presidencia en un comunicado.
"Un aumento marginal del número de decesos se ha constatado en todas las provincias", añadió la presidencia, que anunció el levantamiento de restricciones como el toque de queda nocturno.
En la última semana, los nuevos contagios cayeron casi un 30% respecto a la semana anterior, desde 127.753 a 89.781. Y las admisiones hospitalarias disminuyeron en ocho de nueve provincias.
"Aunque la variante ómicron es altamente transmisible, las tasas de hospitalización han sido más bajas que en olas precedentes", señaló la presidencia.
Detectada ya en un centenar de países, ómicron presenta una velocidad de transmisión más elevada que delta pero, al mismo tiempo, parece provocar menos riesgo de hospitalización según primeros estudios en Sudáfrica y Reino Unido.
Aun así, los científicos advierten que su alta capacidad de infección puede neutralizar esta aparente menor virulencia, provocando igualmente una importante ola de ingresos y decesos.
"La velocidad a la que la cuarta ola vinculada a ómicron ha crecido, alcanzado un pico y ha caído es desconcertante. Un pico en cuatro semanas y un declive precipitado en dos", tuiteó Fareed Abdullah, del Consejo Sudafricano de Investigación Médica.
Mientras muchos países multiplican sus restricciones ante esta variante, el gobierno sudafricano decidió levantar el toque de queda vigente entre medianoche y las 04h00 de la madrugada, una demanda del sector del ocio antes de Nochevieja.
Aun así, la presidencia alerta que "el riesgo de aumento de infecciones se mantiene elevado dada la fuerte transmisibilidad de la variante ómicron".
Sudáfrica es el país oficialmente más castigado del continente, con más de 3,4 millones de casos y 91.000 decesos. En las últimas 24 horas se registraron menos de 13.000 casos, la mitad del pico de 26.000 alcanzado en esta última ola.