Todo inició en Alemania, con una denuncia que un usuario de Internet realizó tras observar fotos que contenían material sexual explícito relacionado a menores. La policía inició una investigación y decidió registrar el domicilio del chef Jörg L, ubicado en la ciudad de Bergisch Gladbach, en octubre del 2019.
La búsqueda sumió a los oficiales en el terrible mundo del abuso sexual infantil. Una gran cantidad de material pornográfico de esta naturaleza fue hallado en el celular y computador de Jörg L, de 44 años. Inmediatamente fue capturado por las fuerzas del orden, que aprovecharon el descubrimiento para rastrear a las personas con las que el chef compartía contenido explícito de menores y sentenciarlos por su transgresión a la ley y dignidad humana.
Tras evaluar toda la evidencia, la Policia de Colonia se organizó y se le otorgó el caso a 30 agentes. No pasaría mucho tiempo para que los altos directivos se dieran cuenta de que el problema necesitaría muchos más personal debido a su verdadera magnitud.
Mientras tanto, Jörg L. era juzgado en una sala penal. La persona que supuso el primer gran paso para el descubrimiento de una gran red de pedofilia en el país cubría su rostro para evitar que las cámaras captasen sus facciones al escuchar su condena por los años durante los que violó a su propia hija de 3 años y permitió que otros hombres abusen de ella, usándola también para grabar material de pornografía infantil que luego distribuía en línea.
Jörg L fue sentenciado a 12 años de prisión por los delitos de violación, abuso sexual infantil y distribución de pornografía infantil en octubre del 2020.
El monstruoso hallazgo en los dispositivos del chef le dieron acceso a la policía a un grupo de pornografía infantil con más de 1.800 miembros. Ya no eran solo 30 agentes exclusivos para el caso, sino que se había dado paso a la creación de una unidad especializada que se encargaría de resolver estos casos a nivel nacional.
La unidad, denominada como BAO Berg, se componía de 347 policías asignados y 9 fiscales, que con base a las pruebas iniciales halladas en el hogar pudieron iniciar investigaciones paralelas para acabar con las operaciones criminales de esta red de pornografía infantil.
Tras 26 meses de operaciones, la BAO Berg pudo rescatar a 65 niños de la monstruosa red de tráfico y abuso sexual, identificó a 439 sospechosos y ejecutó 13 condenas.
Las edades de los niños rescatados oscilaban desde 1 y 17 años. La víctima más joven había sido una bebé de 3 meses.
"He visto mucho sufrimiento en más de 40 años de servicio», comentó el jefe de Policía de Colonia, Uwe Jacob al portal de noticias DW. "Lo que hemos descubierto aquí rompe todos los estándares. A pesar de las cifras de éxito, le aseguro que no hay razón alguna para celebrar nada", destaca.
La investigación posicionó al Jörg L como el líder de la red, ya que tras el análisis de sus interacciones con usuarios se demostró que él era quién establecía contacto con los sujetos que posteriormente se unían al grupo, ya desmantelado por la policía.
La BAO Berg presentó su informe final en enero del 2021, y también destacó que confiscó casi 4.800 equipos, que contenían material ilegal. Según declaraciones de la policía, aún quedan cerca de 30.000 rastros de sospechosos.
A pesar de las cifras de arrestos alcanzadas, Michael Esser, jefe del grupo de investigación de BAO Berg señaló que aún están lejos de terminar completamente con el problema, a pesar de haber logrado desmantelar la red pedófila de Jörg L.
"Espero que ahora estos niños obtengan la ayuda que necesitan de la sociedad. Entonces nuestro esfuerzo habrá valido la pena", concluyó Esser.