Un hombre de 55 años que navegaba en un bote cerca del puerto "Royal Clarence", dentro la ciudad de Gosport, ubicada en Inglaterra, cayó al agua por el oleaje que se causó debido a una tormenta. El hecho se suscitó el domingo, 6 de febrero, por la tarde.
Al caer, fue arrastrado 300 metros hasta el Puente "Millenium". Una vez ahí, logró aferrarse a uno de los pilares del puente, en donde comenzó a gritar por ayuda.
En las inmediaciones de la zona, ningún ciudadano se percató de los pedidos de ayuda debido a la distancia que separaba al hombre de los peatones.
No obstante, un perro llamado Poppy, de raza Cockapoo, notó al hombre en apuros, y comenzó a ladrar de manera ininterrumpida hacía la dirección del hombre, según le narró la dueña del can, quien ha preferido no compartir su nombre, a BBC News.
Tras fijar su mirada en la dirección donde Poppy ladraba, su dueña logró divisar también al hombre aferrado al pilar. Rápidamente, la mujer le dijo a su esposo, quien tenía una linterna, que alumbre al hombre en el agua mientras ella llamaba al número de emergencias y al guardacostas de la zona.
El guardacostas, al enterarse de lo que estaba sucediendo, envió a una unidad policial, un equipo de la guardia costera y a un escuadrón del Servicio de Salvavidas de la Costa de Gosport y Fareham (GAFIRS por sus siglas en inglés).
El hombre que había caído al agua fue rescatado con éxito. James Baggot, conductor del barco de GAFIRS, explicó que el ciudadano rescatado había tenido mucha suerte de sobrevivir debido a la temperatura del agua y las condiciones climáticas presentes durante el accidente.
"Estuvimos muy aliviados de escuchar que estaba bien", contó la dueña de Poppy. "Fue una coincidencia muy afortunada el hecho de que nos encontráramos allí justo en ese momento".
El hombre que sufrió el accidente fue hospitalizado por hipotermia. Por otro lado, Poppy recibió muchos bocadillos cuando llegó a casa, según confiesa su dueña, quien expresaba el orgullo que sentía por su mascota.