Estados Unidos se encuentra profundamente impactado por el caso de una menor que se vio obligada a fingir su muerte para sobrevivir a un tiroteo en su domicilio. La pequeña estuvo 15 minutos acostada en el suelo, con los ojos cerrados, junto a los cadáveres de sus dos padres y su hermana, quienes fueron asesinados por el tirador.
El hecho sucedió en Houston, Texas, EE.UU. El pasado el 29 de junio un extraño irrumpió en un domicilio de la cuadra 12100 de Fondren, que le pertenecía a una familia apellidada Ervin. El criminal los habría obligado a sentarse en el sofá bajo amenazas y de pronto les habría empezado a disparar a quemarropa.
La pareja que vivía en el lugar falleció, al igual que una de sus hijas, quien apenas tenía seis años. Ángela, de 10 años, quien también estuvo presente en el tiroteo, y según su testimonio, recibió un impacto en el brazo. Para salvarse fingió su muerte hasta 15 minutos después de que el tirador desapareció de la escena.
Asimismo, un bebé menor de un año que se encontraba durmiendo en una de las habitaciones también salió ileso. Los Ervin tenían además otro pequeño, pero él no se encontraba en el domicilio, pues se hallaba visitando a un tío.
Cuando Ángela se levantó, llamo por videollamada a su abuela y le contó lo sucedido.
“Abuelita, alguien entró y me disparó a mí, a mi mamá, a mi papá y a mi hermana, y murieron”, relató Ángela, según el portal Univisión.
La Policía fue alertada por la mayor, alrededor de las 22:30 y al llegar al departamento, trasladaron a la niña a un hospital para que pueda ser atendida por su herida.
La subdirectora de la policía, Patricia Cantú, dijo en una conferencia de prensa que las circunstancias del crimen no están del todo claras y que tampoco tienen una descripción certera del sospechoso.
"Esto probablemente no fue un allanamiento de morada porque no hubo daños", señaló.
Familia y amigos de las víctimas aseguran no tener idea qué pudo provocar el crimen tan atroz contra los Ervin, pues hace un par de meses apenas habían llegado al departamento.
Actualmente la policía revisa todos los videos de seguridad en busca de pistas que puedan ayudar a dar con el sospechoso, e incluso han ofrecido una recompensa de 5,000 dólares para quien brinde ayuda.