Según el jefe de la cadena en Reino Unido, Alistair Macrow, la gigantesca empresa recibe “uno o dos” reclamos por este tipo de problemática cada semana. La declaración fue emitida cuando el directivo fue interrogado por el Parlamento británico.
La comparecencia de Macrow ante el órgano político fue convocada tras una investigación del medio británico BBC, publicada en julio de este año, que develó una "cultura tóxica" en sus establecimientos de Reino Unido. Las víctimas, de incluso diecisiete años, reclamaban ser manoseados y acosados constantemente en los establecimientos.
Frente a los parlamentarios, el empresario extendió una “disculpa sin reservas” a cualquiera que haya sufrido abuso o acoso bajo su dirección y precisó que los testimonios de las personas afectadas fueron “realmente horribles y difíciles de escuchar”.
De acuerdo a Macrow, McDonald’s investiga actualmente 279 informes sobre la seguridad y la inclusión en sus locales, recibidos desde julio de este año. A BBC, cientos de trabajadores le revelaron que "las denuncias de agresión sexual, racismo e intimidación no se tomaron en serio".
79 de los informes mencionados tienen relación con acoso sexual. Además, el directivo destacó que desde aquel mes, 157 denuncias ya fueron analizadas a fondo, lo cual devino en la imposición de medidas disciplinarias en 75 casos, incluidos 18 despidos y 17 procesos por este tipo de delito.
Mc Donald´s es una de las entidades del sector privado que provee más puestos de trabajo en el Reino Unido. Actualmente, más de 170 mil personas, de las cuales el 75% tiene entre 16 y 25 años, laboran con la cadena en la nación insular.
“Soy padre de un joven de 18 años y entiendo perfectamente cómo se sentiría alguien si su hijo estuviera sujeto al tipo de comportamientos que se han identificado aquí”, dijo Macrow ante el Parlamento.
Uno de los casos que ha adquirido más relevancia dentro del escándalo ha sido el de "Emily", una mujer que tenía 17 años cuando fue tocada de forma indebida por su mánager, en un local del noroeste de Inglaterra. Pese a que lo reportó, nunca recibió una respuesta de la plataforma de apoyo para empleados.
"Cuando trabajaba en McDonald's tenía muy claro que era fácilmente reemplazable (...) Creo que es absolutamente cierto que han antepuesto las ganancias al pueblo porque tan pronto como presenté una acusación, me despidieron", contó a la BBC.
Ante el Parlamento, Ian Hodson, presidente nacional del Sindicato de Panaderos, Trabajadores de la Alimentación y Afines, aseguró que algunas historias que había escuchado de los empleados de McDonald's eran "absolutamente horribles".
"Cuando una corporación global, (uno de los) mayores empleadores del mundo que gana miles y miles de millones de libras, no puede proteger a su fuerza laboral, es terrible. Debería liderar y ser un ejemplo para los demás, pero ellos no lo son", sentenció.