La periodista palestino-estadounidense Shireen Abu Akleh, una de las estrellas de la cadena Al Jazeera, murió por disparos de bala este miércoles cuando cubría una incursión del ejército israelí en el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania ocupada.
El canal catarí dijo que la reportera, una palestina cristiana de 51 años, fue asesinada "deliberadamente" y "a sangre fría" por las fuerzas israelíes.
De su lado, el primer ministro de ese país, Naftali Bennett, afirmó que "probablemente" murió por disparos palestinos.
Otro periodista de Al Jazeera, el productor Ali Al Samudi, resultó herido en el mismo incidente.
Un fotógrafo de la AFP en el lugar confirmó que Abu Akleh vestía chaleco de prensa cuando recibió el disparo.
El fotógrafo señaló que las fuerzas israelíes disparaban en la zona y que vio el cuerpo de la reportera de Al Jazeera en el suelo. No había palestinos armados en la zona, agregó.
El ejército israelí confirmó que realizó un operativo la mañana del miércoles en el campo de refugiados de Yenín, un bastión de grupos armados palestinos en el norte de Cisjordania ocupada, pero negó haber disparado a periodistas.
RECONOCIDA POR SU PROFESIONALISMO
Shireen Abu Akleh es aclamada por su valentía y profesionalismo.
Nacida en 1971 en el seno de una familia cristiana en Jerusalén este ocupado, esta palestina, que también era ciudadana estadounidense, estudió periodismo en la universidad Yarmouk de Jordania, antes de cofundar la radio "Voz de Palestina", con sede en Ramalá.
Se unió a Al Jazeera en 1997, un año después del lanzamiento de la cadena de la que se convirtió en una de las reporteras estrella.
Para Hoda Abdel Hamid, una de sus colegas contactada en Ucrania via telefónica por AFP, "era sin duda una periodista muy valiente".
"Le pregunté: '¿Nunca te cansas?' Cada vez que pasaba algo, ella siempre estaba presente. Se atrevía mucho más que yo. Pero era una reportera muy experimentada, no del tipo que toma riesgos estúpidos solo por tomarlos", destacó Hoda.
En una entrevista reciente con una agencia de noticias local, Shireen Abu Akleh no ocultaba tener miedo cuando estaba sobre el terreno. "Busco un lugar seguro donde estar y una forma de proteger a mi equipo antes de preocuparme por las imágenes", había afirmado esta periodista, que no tenía hijos.
CONTINUAR SUS COMBATES Y PERSEGUIR SUS SUEÑOS
Shireen Abu Akleh, que llevaba un casco y un chaleco antibalas con la palabra "Prensa", murió por disparos el miércoles en Jenín, ciudad palestina donde el ejército israelí -que ocupa Cisjordania desde 1967- multiplicó recientemente las operaciones.
Varios autores de ataques mortíferos contra Israel, perpetrados en las últimas semanas en un contexto de estallidos de violencia, provienen de esta ciudad del norte de Cisjordania y del campamento de refugiados palestinos adyacente.
A principios de 2022, la periodista había escrito en la revista "Esta semana en Palestina" que Jenín no representaba "una historia efímera en su carrera ni incluso en su vida personal".
"Es la ciudad que logra elevar mi estado de ánimo", afirmaba, porque Jenín "encarna el espíritu palestino que a veces tiembla y cae, pero, más allá de toda expectativa, se levanta para continuar sus combates y perseguir sus sueños".
Al haber cubierto el conflicto israelo-palestino durante dos decenios, era un ícono para muchos palestinos.
A los ojos de su colega Mohamad Daraghmeh, también un amigo cercano, representaba "una de las periodistas más fuertes del mundo árabe".
"Fue una de las primeras mujeres árabes en ser corresponsal de guerra a finales de los años 90, cuando el papel tradicional de las mujeres en la televisión era presentar las noticias en un estudio", señaló en Twitter Dima Khatib, otra periodista de Al Jazeera, llamando a su colega "pionera".
"Shireen era una periodista valiente, amable y con gran integridad. Millones de palestinos y yo crecimos mirándola", afirmó Fadi Quran, uno de los directores de Avaaz, una ONG con sede en Estados Unidos.