En 2002, la excongresista colombiana, Íngrid Betancourt, y su asesora, Clara Rojas, fueron secuestradas por la guerrilla de las FARC. En ese entonces se dirigían a promover diálogos de paz en nombre del presidente Andrés Pastrana, pero la operación dio un vuelco aterrador.
El secuestro de Betancourt duró seis años, en los cuales estuvo recluida en un territorio selvático de conflicto, en condiciones infrahumanas y fue violentada por su género. Finalmente, mediante la operación de inteligencia militar ‘Operación Jaque’, ella y otras personas que habían sido capturadas hace más de 10 años, fueron liberadas.
Como la excongresista, múltiples inocentes han sido secuestrados y marcados por la guerrilla; pero lamentablemente no todos han podido salir libres. Ahora, excapturados y excaptores enfrentan un desafío humano casi tan fuerte como el propio secuestro: un reencuentro por la paz.
Este miércoles 23 de junio se lleva a cabo en Colombia el “Encuentro por la paz”, una ceremonia fomentada por la Comisión de la verdad, que busca lograr el reconocimiento de responsabilidades de las FARC en el secuestro de decenas de ciudadanos.
Betancourt dijo que nunca se hubiera imaginado que un día tendría la posibilidad de un “diálogo humano” con sus antiguos captores y que espera oír arrepentimiento en los excombatientes, que no justifiquen los secuestros diciendo que respondían a las condiciones de una guerra
“(Quiero que) ellos sientan compasión, que les duele el alma, que pueden llorar con nosotros”, indicó.
TESTIMONIOS
En la transmisión del evento se revelaron varios otros testimonios de exsecuestrados, que compartieron sus vivencias con el mundo y también accedieron a encarar a sus secuestradores. Uno de ellos fue Armando Acuña. Él recordó, con la voz entrecortada “lo inhumano” de las condiciones en las que tuvo que vivir por mucho tiempo, preguntándose qué era lo que había hecho “para merecer eso”.
Diana Daza, una ciudadana colombiana, recordó el secuestro de su esposo entre lágrimas. El hecho sucedió hace 31 años, pero ella expresó que aún lo llora. La mujer quiere recuperar la confianza, la estabilidad para vivir, trabajar y proyectar metas sin temerle al futuro.
“Encuentro por la verdad” cuenta también con la participación del último comandante de las FARC, Rodrigo Londoño, además de los excombatientes Julián Gallo (actual senador por el partido Comunes) y Pastor Alape. Asimismo, participan el exgobernador del departamento del Meta, Alan Jara; el exsenador Luis Eladio Pérez; y el exmilitar Jhon Frank Pinchao, quienes fueron liberados junto a Betancourt en 2008.
UN MOMENTO DE PAZ
Para Betancourt este es el momento en el que Colombia necesita reconciliarse, pues el país entero vive momentos de tensión después de las violentas manifestaciones que empezaron a finales de abril, y que han dejado más de 40 muertos y 2 mil heridos.
“Lo que quiero transmitirle al país en esta situación tan difícil es que la violencia nunca ha sido ni será la solución. Todos queremos la paz, pero la paz necesita un cambio profundo de nuestra relación con el otro” indicó la excongresista a la revista Semana.
En un conmovedor gesto, Acuña le pidió al excomandante de las FARC, Carlos Antonio Lozada, que “hagan todo por la paz de este país”.
“Les pido con respecto que hagan lo que puedan por la paz de este país. El Estado también tiene que hacerlo, ayuden a todos los hombres que estuvieron ahí. Y a los colombianos le digo que no revictimicen a una persona que ha sufrido el horror, y como que empiezan a señalarlo... eso duele y casi que duele más que ese sufrimiento grande que se ha tenido en la selva”, dijo el hombre.
Sobre ello, Lozada, quien ahora es senador de la república, dijo que solamente a través del diálogo “los colombianos vamos a poder encontrarnos”.
“Queremos que el perdón salga y brote del corazón, en un momento en que nazca y no como algo impostado, lo hemos hecho en espacios privados”, reconoció.
El exguerrillero Emiro del Carmen Ropero Suárez, más conocido como Rubén Zamora, ofreció disculpas por "desbordar los límites de las reglas humanitarias" y "hollar profundo en la dignidad humana". Indicó que espera que esto sirva de enseñanza para que "jamás se haga eco a la guerra".
"Me dolió cómo se manipuló el sufrimiento de este país. Me parece un imponderable ético pedir perdón, porque el daño ha sido tremendo. Escuchando a todos, yo creo que aquí hay muchísimas responsabilidades y nosotros debemos ser solidarios para que jamás ese sufrimiento se repita como ahora", señaló.
Instó a no abandonar la búsqueda de la paz y a preguntarse cuál es la responsabilidad y los errores de cada uno en la guerra.
Usted puede seguir la transmisión del evento en este link.