Las autoridades de Siria han encontrado dos fosas comunes con los restos mortales de 57 soldados del Ejército sirio asesinados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) hace unos seis años en la provincia de Al Raqa, en el norte del país y cuya principal ciudad fue capital de facto del "califato".
"Los equipos de ingeniería militar del Ejército y equipos médicos de la Dirección de Salud de la provincia pudieron recuperar los cadáveres de los soldados sirios", explicó este viernes a Efe una fuente militar siria que pidió el anonimato. Los cuerpos, encontrados en los pueblos de Al Farhaniya y Tel Al Wahab, en la localidad de Ain Eisa, han sido trasladados el Hospital de Alepo, a unos 200 kilómetros al oeste de la zona del hallazgo, y serán posteriormente entregados a sus familias.
Los soldados "fueron enterrados por los habitantes del pueblo, que colocaron una pista en el lugar de la fosa, en el periodo en el que el EI controlaba las posiciones de la División 17 y la Brigada 93 del Ejército sirio entre julio y agosto de 2014", precisó la fuente.
En la provincia de Raqa fueron hallados anteriormente al menos seis fosas comunes, las últimas de ellas 2018, cuando aparecieron cientos de cadáveres de miembros de la Brigada 93 que habían sido asesinados también por el Estado Islámico.
La ciudad de Al Raqa, capital de la provincia homónima, fue la principal urbe de facto del "califato" del EI desde su proclamación en 2014 hasta 2017, cuando le fue arrebatada por las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos.
La batalla por el control de Al Raqa duró más de cuatro meses y la ciudad resultó destruida en un 80 % por ciento, mientras que la mayoría de su población se vio desplazada, de acuerdo con datos de Amnistía Internacional (AI).
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