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Internacional

El niño que fue abandonado en la basura y ahora es un exitoso empresario

martes, 8 junio 2021 - 17:16
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Cuando el empresario millonario Freddie Figgers, les preguntó a sus padres sobre su nacimiento, ellos le dieron una desgarradora (pero real) respuesta: su madre biológica lo desechó junto a un contenedor de basura en la zona rural de Florida, donde más tarde fue encontrado por una pareja, que lo adoptaría y le daría todo el amor que un pequeño merece recibir.

"Cuando me dijo eso, yo estaba como, 'Está bien, soy basura', y me sentí no deseado. Pero me agarró del hombro y me dijo: 'Escucha, nunca dejes que eso te moleste'", explicó Figgers a la BBC.

Pese a haber sido abandonado, Freddie Figgers se convirtió en un brillante inventor, empresario y millonario de las telecomunicaciones. Muy pocos habrían predicho este futuro después de un comienzo tan complicado, junto a la basura.

EL NIÑO DE LA BASURA

Los padres adoptivos de Freddie se llaman Nathan Figgers y Betty Mae Figgers. Nathan trabajaba como obrero y en el área de mantenimiento tecnológico, mientras que Betty laboraba en el campo. Ambos tenían más de 50 años cuando nació Freddie, en 1989, y habían criado a muchos hijos.

Cuando encontraron a Freddie, él tenía dos días de vida y al verlo tan indefenso, decidieron adoptarlo y darle el amor de un hijo propio. No obstante, las circunstancias de su nacimiento se esparcieron por todo Quincy (donde vivía la pareja) y a Freddie los niños le molestaban brutalmente.

"Los niños solían intimidarme y llamarme, 'Bebé contenedor de basura', 'Chico del bote de basura', 'Nadie te quiere', 'Estás sucio'. Recuerdo que a veces me bajaba del autobús escolar y los niños venían atrás, me agarraban, me tiraban a la basura y se reían de mí”, relató.

Incluso se burlaron de Nathan, quien al ver el sufrimiento que pasaba su hijo, decidió esperarlo en la estación de buses por si alguien pretendía hacerle daño a Freddie. Al mayor le llamaban “al anciano del bastón”.

No obstante, ni Nathan, ni Betty Mae, dejaban que esto los volviera personas rencorosas. Freddie indicó que ambos fueron sus ejemplos de vida, pues si bien vivían humildemente, siempre ayudaban a los demás

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SU PRIMER AMOR: UNA COMPUTADORA

Una actividad interesante que Figgers recuerda es que buceaban en los contenedores de basura buscando objetos curiosos. Particularmente Freddie puso la atención en una vieja computadora desechada.

"Es un viejo dicho, 'La basura de un hombre es el tesoro de otro’, y siempre me fascinaron las computadoras. Siempre quise una computadora Gateway, pero en ese momento no podíamos permitirnos una", aseguró.

Cuando cumplió los nueve años, fueron a una tienda de segunda mano y adquirieron una computadora Macintosh rota. Cuando llegó a casa la desmontó e intentó repararla con componentes de radios y alarmas que coleccionaba. Tras varios intentos, finalmente lo logró.

"Esa computadora eliminó todo el dolor de ser intimidado", dijo.

Freddie se pasaba los recreos reparando las computadoras de la escuela y a la edad de 12 años, la directora, que también resultaba ser la alcaldesa de la ciudad, le pidió que acudiera al ayuntamiento con sus padres para ofrecerle un empleo. Reparó más de 100 computadoras por $12 la hora.

EL “IDIOTA DE LAS COMPUTADORAS”

Años después llegó un trabajo grande: Quincy necesitaba un sistema para probar los manómetros de agua, pero la empresa que desarrollaría el programa informático les había cotizado 600 mil dólares. El administrador de la ciudad entonces acudió a Freddie para que ayudara con ello, pero el joven le propuso algo mejor.

"Entonces le dije: 'Señor, escuche, si me da una oportunidad, podría construir el mismo programa. Entonces él me dio esa oportunidad y construí ese programa exactamente con las especificaciones que necesitaban. No me pagaron $ 600,000', recibí mi cheque de pago habitual y me fui a casa”, explicó.

Con 15 años empezó su negocio de computación, para el pesar de sus padres, quienes creían en el ciclo educación-trabajo-jubilación. Sin embargo, él quería hacer algo diferente... y vaya que le resultó.

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EL PRIMER INVENTO

Nathan desarrolló Alzheimer y uno de los síntomas más “perturbadores” era que se alejaba de casa, muchas veces incluso olvidándose de vestirse. Esto impulsó el primer invento de Freddie.

"Así que compré los zapatos de mi papá, corté la suela del zapato, construí la placa de circuito y la coloqué dentro del zapato con un altavoz de 90 megahercios, un micrófono y una tarjeta de red de área cableada”, dijo.

Integró eso a su computadora y cuando Nathan se perdía, Freddie presionaba un botón para comunicarse con el mayor y le preguntaba dónde estaba. Además, podía rastrear su paradero a través del rastreador GPS.

Pese a que la condición de Nathan empeoró, Freddie nunca lo dejó en un hogar de anciano. En vez de eso lo llevara a reuniones con potenciales clientes, aunque lo dejaba en el auto, con el aire acondicionado y la radio encendidos, y un candado en la puerta. El inventor narró que una vez su padre se escapó pero que pese a la vergüenza que le produjo abandonar abruptamente la reunión, fue a buscarlo.

Cuando Nathan murió Freddie tenía 24 años y dijo que esa pérdida “lo rompió”. Había vendido su invento de rastreador de zapatos por $ 2.2 millones para comprarle una camioneta Ford 1993 y un barco de pesca a su padre, pero cuando el dinero llegó, ya era muy tarde.

"Eso realmente me abrió los ojos y me enseñó que el dinero no es más que una herramienta, y voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para tratar de hacer del mundo un lugar mejor antes de dejarlo", dijo Freddie.

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TELECOMUNICACIONES

Cuando el 1G y 2G estaban llegando a Estados Unidos, la gente de Quincy aún usaba internet por discado. Freddie quería llevar las innovaciones en telecomunicaciones a estas áreas rurales, por lo que finalmente en 2008 realizó la primera solicitud a la Comisión Federal de Comunicaciones para iniciar su propia empresa de telecomunicaciones.

Tomó 394 intentos y costó mucho dinero, pero en 2011 Freddie se convirtió en el operador de telecomunicaciones más joven de Estados Unidos. Comenzó brindando servicios a áreas rurales del norte de Florida y a partir de ahí la compañía no ha parado de crecer.

En 2014 lanzó un teléfono inteligente llamado ‘Figgers F1’, con una tecnología que detecta movimiento y cambia al "modo seguro" por encima de 10 mph, para evitar que las personas envíen mensajes de texto mientras conducen.

En 2015 Freddie se casó y junto a su esposa, Natlie, tiene una niña. En 2019 el ‘Figgers F3’ salió a la venta, con un chip diseñado para permitir la carga inalámbrica hasta a cinco metros de un "cargador superbase". Hoy también dirige una fundación que invierte en proyectos de educación y salud.

"No dejes que tus circunstancias definan quién eres", dijo cuando la BBC le preguntó cuál sería un consejo que le gustaría transmitir a los demás.

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