El brillante estudiante de Harvard que se convirtió en terrorista tras experimento
En 1950, el futuro de Theodore Kaczynski parecía brillante: matemático, superdotado y estudiante de Harvard, una de las universidades más prestigiosas del mundo. Sin embargo, para sorpresa de quienes lo conocieron, terminó convirtiéndose en un terrorista y asesino serial, que bajo el sobrenombre de ‘Unabomber’ cometió atroces crímenes, que lo llevaron a ser condenado a cadena perpetua.
Unabomber es todavía más polémico porque la identidad tuvo origen como un experimento universitario. Lo que empezó como búsqueda del conocimiento, lo transformó en uno de los asesinos seriales más buscados por el FBI.
EL INICIO
Theodore John Kaczynski nació el 22 de mayo de 1942, en Chicago, Estados Unidos. Era parte de la segunda generación de una familia polaca-estadounidense. Acudió al Colegio Evergreen Park Central, donde en quinto año tomó un test de inteligencia, cuyos resultados (168.3) fueron sorprendentes. Theodore tenía un coeficiente intelectual tan elevado que se saltó sexto y fue directamente a séptimo grado.
Kaczynski manifestó en vida que este hecho le marcó porque nunca pudo encajar con los chicos de los cursos superiores. Eventualmente se volvió el blanco de bromas pesadas y agresiones verbales de sus compañeros, lo que desencadenó que desarrollara una fobia a la gente y que se relacionase con otros niños de manera indirecta.
Ted estaba fascinado por las matemáticas y se inscribió en las clases avanzadas de esta materia, además de tomar clases en verano. Todo esto le ayudó a terminar la preparatoria dos años antes de lo previsto y que fuera aceptado Universidad de Harvard el otoño de 1958, con sólo 16 años.
ESTUDIOS BRILLANTES
El joven recibió clases del afamado profesor Willard Van Orman Quine, reconocido por su labor en lógica matemática y sus contribuciones al pragmatismo como una teoría del conocimiento. Pronto, Kaczynski se convirtió en el alumno número uno del profesor y aprobó su clase con la excepcional nota de 98.9%. Con esas notas y aquella capacidad y amor por aprender, todos creían que el destino de Ted pintaba brillante.
Una vez graduado del centro educativo, en 1962 se inscribió en la Universidad de Míchigan para obtener un máster y un doctorado en matemáticas. Su tesis doctoral se enfocó en una rama del análisis complejo llamada teoría de funciones geométricas. El documento, titulado “Funciones de Frontera” (“Boundary Functions”) resolvió un problema matemático que ninguno de sus docentes en Míchigan fue capaz de solucionar.
Tal fue el mérito que le otorgaron el premio Sumner B. Myers de la universidad a la mejor tesis matemática del año, junto a una suma de 100 dólares.
Además, mientras desarrolló su investigación, formó parte del claustro de la National Science Foundation y dictó clases a estudiantes de pregrado durante tres años, además de realizar diversas publicaciones que le hicieron ganarse un nombre dentro del círculo científico de Estados Unidos.
Al obtener su doctorado, trabajó como profesor asistente en la Universidad de California, en 1967. No obstante, pese a la importancia del puesto, en 1969, a sus 26 años, Kaczynski dejó su puesto sin razón aparente. Las autoridades de la facultad estaban tan sorprendidas, que el entonces jefe del Departamento de Matemáticas de la Universidad de California, J. W. Addison tildó el hecho de “repentino e inesperado”. Asimismo, el vicejefe de departamento, Calvin Moore, afirmó Kaczynski “podría haber llegado al día de hoy a ser un miembro senior de la facultad”.
El matemático se fue a vivir con sus padres un tiempo a Lombard, Illinois, antes de mudarse a una cabaña solitaria construída por él mismo en Lincoln, en Montana. El portal Biobiochile recoge que el hombre vivía sin servicios básicos y se alimentaba de lo que lograba cazar. Sim embargo, mientras recibía el apoyo económico de sus familiares y realizaba trabajos esporádicos, empezó a tramar su operación terrorista.
UNABOMBER
En 1978, el profesor de ingeniería de materiales de la Universidad de Northwestern, Buckley Crist, recibió un paquete que fue retornado a él mismo, con su dirección como remitente, pese a que no había enviado nada recientemente. Ante las sospechas, el hombre llamó a la policía y cuando los oficiales abrieron la caja, fueron heridos de gravedad producto de una bomba escondida en el interior.
Él fue la primera víctima de Kaczynski. Con el pasar del tiempo siguió enviando bombas a destinatarios específicos, tanto que entre 1978 y 1995 dejó 23 heridos y tres muertos. Durante su estancia en las montañas, el matemático se había vuelto partidario del neoludismo, una corriente que se opone al desarrollo tecnológico y científico. Kaczynski creía que las ciencias y la tecnología estaban amenazando a la libertad de la gente y controlando sus pensamientos.
También envió paquetes a personajes célebres del mundo de la ciencia, entre ellos varios vinculados al desarrollo de las aerolíneas. De hecho, el ataque que provocó que el FBI empezara a buscarlo fue en 1979, cuando envió una bomba en el equipaje del vuelo American Airlines 444, que se trasladaba desde Chicago a Washington D.C.
La bomba humeó, pero un fallo en el mecanismo del explosivo casero evitó que estallara. De todas maneras, el piloto realizó un aterrizaje de emergencia y más tarde las autoridades declararon que el artefacto no tenía la fuera para derribar el avión, por lo que solo generó molestias a algunos pasajeros que inhalaron el humo.
El FBI conectó este episodio con el de Northwestern e inició una investigación contra ‘Unabomber’ (University and Airline Bomber). Durante años las autoridades federales lucharon por encontrar al culpable y conocer la razón de sus ataques, lo que lo convirtió en uno de los hombres más buscados en ese momento.
CAPTURA
En los siguientes 20 años, Kaczynski envió 16 “cartas bomba”. En 1995, bajo el seudónimo de ‘Freedom Club’, Ted envió un manifiesto a The New York Times, Washington Post y Penthouse, en el que ofrecía parar sus actividades terroristas a cambio de la publicación de un artículo donde exponía su visión de la sociedad moderna tecnológica. El Times y el Post accedieron y publicaron más de 50 páginas del artículo científico.
“La Revolución Industrial y sus consecuencias han supuesto un desastre para la humanidad porque el sistema tecnoindustrial tiende a obligar a la gente a comportarse de un modo que está cada vez más alejado de los patrones naturales de la conducta humana... Esto provoca trastornos psicológicos ejemplificados por el izquierdismo, es decir, las personas ‘sobresocializadas’ que reprimen sus inclinaciones naturales y se avergüenzan cuando su forma de comportarse o hablar son contrarios a las expectativas de la sociedad... Un izquierdista toma un principio moral establecido, lo adopta como propio y, entonces, acusa a la sociedad convencional de violar dicho principio... la libertad se ve cada vez más amenazada y limitada por el desarrollo de la sociedad tecnoindustrial y por ello defiendo la necesidad de una revolución contra ella”, decía parte de lo declarado en el manifiesto.
Tras leer el artículo, el hermano de Ted, David Kaczynski, acudió al FBI y lo señaló como el Unabomber, pues en el escrito hacía referencia a algunas cosas que Ted le había escrito en varias de sus cartas. Efectivamente, Ted fue procesado y condenado a cadena perpetua en 1998.
EXPERIMENTO
En el 2000, The Atlantic lanzó una investigación que rebelaba la relación de un profesor de Harvard, el doctor Henry Murray, con la creación del Unabomber. El hombre era muy reconocido en su campo y más por ser el fundador de la Sociedad Psicoanalítica de Boston, así como por haber desarrollado el Test de Apercepción Temática (T.A.T.), una prueba de personalidad que es ampliamente usada en la actualidad.
The Atlantic denunció que entre 1959 y 1962 el hombre dirigió una serie de experimentos con el apoyo de la CIA, como parte del programa secreto e ilegal MK Ultra, que permitía la experimentación en seres humanos. El objetivo era idear nuevas técnicas de interrogación y tortura mental a adversarios. Murray seleccionó a 22 estudiantes (entre ellos Kaczynski) a los que sometió todos los días, durante tres años, a pruebas para medir su respuesta a situaciones severas de estrés, tortura y bullying.
De acuerdo a lo reseñado por Biobiochile, en uno de estos, cada participante se amarraba a una silla en una habitación bien iluminada y se ponía frente a un espejo. Su interlocutor les obligaba a cuestionarse sus más profundos sentimientos y creencias en torno a su filosofía de vida. Constantemente eran manipulados e incluso ridiculizados por el experto que les hablaba, mientras Murray analizaba sus reacciones mediante observación y monitoreo de electrodos de los latidos del corazón y respiración.
Ted sería uno de los más afectados, dada su personalidad frágil y su falta de enfoque ético. El experimento entonces contribuyó a que él desarrollara una visión tecnofóbica del mundo. Más tarde, en 2003, el historiador Alston Chase, destapó detalles inéditos de los experimentos psicológicos de Murray y sus efectos en el libro “Harvard and the Unabomber”.
En él se reveló que el psicólogo trataba de averiguar lo que sucedía cuando una persona ataca a otra y que ni siquiera sus asistentes o la CIA estaban seguros de qué estaba haciendo. El Murray Research Center, de Harvard, siempre negó la existencia de alguna conexión entre el profesional y el asesino serial, afirmando que los otros participantes no experimentaron lo mismo que Ted.
Tras publicarse el libro, el acceso a los datos en bruto del centro, donde se guardaban los documentos oficiales del experimento de Murray, se pondría en un embargo indefinido. Dicho embargo comenzaba en 1959, año en el que Murray inició sus investigaciones.
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