El historiador español Antonio Espino López le otorgó una entrevista a la BBC, en la que discutió acerca de la concepción que se mantiene en España con respecto al descubrimiento de América.
¿INVASIÓN O DESCUBRIMIENTO?
López, quien es catedrático de Historia Moderna en la Universidad Autónoma de Barcelona, especialista en historia de la guerra en la Edad Moderna y en la conquista hispana de América, se inclina por el hecho de que aquel suceso histórico debería considerarse como una invasión, no un "descubrimiento".
"El verbo invadir es mucho más inequívoco. Implica irrumpir, entrar por la fuerza, así como ocupar anormal e irregularmente un lugar. Y eso es lo que ocurrió en el caso de América", explica el historiador.
"No fue diferente a cualquier otro proceso de invasión, conquista, sometimiento de un territorio y de los habitantes de ese territorio. A lo largo de la historia siempre ha ocurrido así. Y la invasión y conquista hispana de América no es diferente", relata López, quien destaca la violencia que sumió las regiones donde desembarcaron los españoles, la cual no es propia de eventos considerados como descubrimientos, sino de conquistas territoriales.
UN LIBRO QUE REFLEJA LA VIOLENCIA DESENCADENADA EN AMÉRICA
López ha publicado un libro recientemente que tiene como enfoque la violencia empleada por los conquistadores para subyugar a los nativos de América.
En el, hace un recuento de torturas comunes y castigos excesivos, con un tinte macabro de crueldad, los cuales tenían diferentes objetivos entre si. El principal era disuadir a los habitantes de los pueblos a revelarse contra la fuerza conquistadora.
En el libro hace referencia a amputaciones de miembros corporales, abusos sexuales cometidos contra las mujeres nativas, tanto adultas como niñas, empalamientos, ahorcamientos y sentencias en las que lanzaban a hombres contra voraces perros, por nombrar varios ejemplos.
CUANDO LA VIOLENCIA SE TORNA COTIDIANA
Refiriéndose a una de las torturas y castigos que más destacó, la amputación de manos, López explica que "fue una práctica muy habitual que ya venía de muy antiguo. Está perfectamente documentado que ya se aplicaba en el imperialismo de la antigua Roma y, desde entonces, se ha empleado".
El terror fue una herramienta muy utilizada para apagar el fuego de rebelión que ardía tenuemente en las poblaciones nativas. Mediante castigos extremos, como la amputación, controlaban sublevaciones en el territorio.
"En el sitio del Cuzco no sólo se cortaron manos a los guerreros enemigos, sino que cuando los conquistadores conseguían atacar alguno de sus campamentos mataban a las familias de los beligerantes, pues los acompañaban en los combates", relata López, destacando que los españoles realizaron auténticas barbaridades para sobreponerse a las poblaciones que conquistaban.
Asimismo, se desencadenaron masacres en reiteradas ocasiones a lo largo de la expansión española por el continente. López menciona eventos como el caso de la ciudad de Cholula, en la que al ingresar, ejércitos españoles asesinaron entre 2.000 a 6.000 personas.
"Las masacres tuvieron lugar en determinadas circunstancias y por motivos variados: porque, por ejemplo, uno de los lugartenientes españoles o directamente los grandes caudillos entienden que se tiene que dar un gran escarmiento", explica López.
LA VIOLENCIA QUE ENVUELVE EL "DESCUBRIMIENTO" DE AMÉRICA NO ES UN TEMA DISCUTIDO EN ESCUELAS ESPAÑOLAS
En torno al hecho de que la violencia utilizada por los españoles para dominar a América no es un tema discutido en colegios de aquel país, López responde:
"Creo que porque todavía somos rehenes de la historia imperial maravillosa, hay de hecho algún autor que ha hablado de la historia sagrada de la conquista de América. Eso nos viene de la época franquista, el régimen franquista pretendió -y consiguió- desarrollar una historia imperial de la conquista de América, jugando con la baza de que el final del siglo XV y todo el siglo XVI es el gran momento de la monarquía hispánica", cuenta
Expuestos ante aquel concepto de la monarquía, en la población se generó un sentimiento de reserva en torno a resaltar lo negativo dentro del proceso de colonización. Se podría decir que se convirtió en algo similar a un tabú.
LA DISCULPA QUE MÉXICO EXIGE A ESPAÑA
"Si España sigue sin reconocer los excesos que se cometieron, la rapiña a la que se sometió a todo un continente, etcétera, es normal que desde determinados ambientes de América Latina si sigan reclamando que lo haga", constata López, que si considera que España debería emitir unas disculpas públicas, como lo ha solicitado el presidente mexicano actual, Manuel López Obrador.
No obstante, López resalta que no fueron mejores ni peores que otros imperios, los cuales también invadieron grandes extensiones de territorios y desencadenaron una violencia similar a su paso. Considera aquellos excesos como típicos de cualquier imperialismo, pero no deja de atribuirlos como barbaridades que deben ser reconocidas.