Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente este martes de la destrucción parcial de una presa hidroeléctrica en el frente sur del conflicto que, según autoridades ucranianas, provocó inundaciones de pueblos y evacuación de los residentes.
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, denunció la "brutalidad" de la guerra que lleva adelanta Rusia.
"La destrucción de la represa Kajovka hoy pone en peligro a miles de civiles y causa graves daños ambientales. Este es un acto escandaloso, que demuestra una vez más la brutalidad de la guerra de Rusia en Ucrania", apuntó Stoltenberg en Twitter.
Poco antes, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, había asegurado en un tuit que Rusia rendirá cuentas por la destrucción de la represa.
"Estoy consternado por el ataque sin precedentes a la represa de Kajovka. La destrucción de infraestructura civil es claramente un crimen de guerra, y haremos que Rusia y sus representantes rindan cuentas", señaló.
El alcalde del municipio de Nova Kajovka, Vladimir Leontiev, afirmó en la red Telegram que "múltiples ataques alcanzaron la represa de Kajovka" y que esas acciones provocaron un "flujo de agua incontrolable".
Las aguas de esa represa se utilizan para enfriar los reactores de la central nuclear de Zaporiyia, que actualmente se encuentra bajo control de tropas rusas.
Pueblos inundados
Varios pueblos quedaron "completamente o parcialmente inundados" tras el daño ocurrido en la presa Kajovka en una zona de Ucrania ocupada por Rusia, dijo un responsable ucraniano, quien anunció el inicio de la evacuación de la población.
"Unas 16.000 personas se encuentran en la zona crítica en la orilla derecha de la región de Jersón", dijo en redes sociales Oleksander Prokudin, responsable de la administración militar local. También señaló que había inundaciones en ocho áreas alrededor del río Dniéper.
Central nuclear
El peligro de "catástrofe nuclear" en la central de Zaporiyia "aumenta rápidamente" tras la destrucción parcial de una represa a 150 km de distancia, de la que se acusan Kiev y Moscú, dijo un consejero de la presidencia ucraniana.
"El mundo se encuentra una vez más al borde de una catástrofe nuclear, dado que la central nuclear de Zaporiyia ha perdido su fuente de refrigeración. Y este peligro aumenta rápidamente ahora", lamentó Mijailo Podoliak en un mensaje dirigido a periodistas.
No obstante, la agencia nuclear de la ONU dijo que no observaba "un riesgo inmediato de seguridad nuclear" en la planta ucraniana.
"El OIEA está al corriente de las informaciones del daño en la represa de Kajovka, los expertos del OIEA en la central nuclear de Zaporiyia están vigilando de cerca la situación, no hay un riesgo inmediato de seguridad nuclear en la planta.