Internacional

Adulta mayor pensó que su celular no servía porque sus hijos no la llamaban hace un año

La historia ocurrió en México y se volvió viral en redes sociales tras publicarse un video de concientización.

miércoles, 12 enero 2022 - 18:41
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Una adulta mayor identificada como Aurora Hernández acudió a un centro tecnológico para reparar su celular, debido a que sus hijos no le contestaban las llamadas. La mujer pensaba que había algún daño en el teléfono, pero la realidad era que los hijos no querían hablarle.

La historia ocurrió en México y se volvió viral en redes sociales tras publicarse un video de concientización, es decir, cuenta una historia con actores para que las personas tomen conciencia sobre la importancia del cuidado hacia los padres.

Según informó Revista Semana, el caso está basado en hechos reales y le sucedió a una mujer, quien llevaba casi un año sin saber de sus hijos, por lo que decidió acudir a un centro tecnológico para saber si el problema radicaba en el celular.

"Es que llevo un año o más que mis hijos no me contestan. El móvil no funciona, porque, ¿cómo no me van a hablar mis hijos?", señaló la mujer.

En el video actuado se observa que la adulta mayor ingresa a un local, donde pretenden cobrarle 1.500 pesos mexicanos (unos 73 dólares) por supuestamente reparar el teléfono.

A lo que ella se niega y camina hacia la salida, pero de inmediato un comerciante vecino le hace señas para que se acerque a su puesto de trabajo. Él habría escuchado la historia, por lo que se ofreció a “reparar” el celular gratis.

Cuando el comerciante revisó el móvil, se percató que no había ninguna afectación o irregularidad y que el problema radicaba en los hijos que no querían hablar con su madre.

Por ello, decidió llamar a uno de los contactos registrados en el teléfono y preguntar si era uno de los hijos de Hernández.

“(La mujer) me trajo un celular a arreglar porque no funciona, lo único que quiere es hablar con ustedes, no sé si pueda hacerle ese milagro”, explicó el comerciante al hijo de la señora.

Días después, Aurora retiró su teléfono, pero no lo hizo sola, porque llegó del brazo de uno de sus hijos y con una gran sonrisa.

El comerciante decidió guardarle el secreto al hijo y no cobró nada por el supuesto arreglo, solo argumentó que pudo tratarse de una avería menor.

Finalmente, la madre se retira con su hijo del lugar y el joven que hizo posible ese encuentro se queda en el local, sabiendo que aportó en una noble causa.









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